Guste o no, elegir la ropa para trabajar expresa algo más que las preferencias o el gusto de quien la viste.
Al igual que las empresas cuidan su imagen de marca y buscan una buena reputación, una mujer y, en especial una directiva, debe tener presente que la imagen personal es un elemento más de comunicación no verbal.
Por tanto, una mujer con miras puestas en la alta dirección debe estar preparada y vestida para caminar hacia el éxito, y para conseguirlo solo hacen falta tres cosas: primero y fundamental, generar confianza; segundo, adecuarse a la hora y el lugar; y, por último, tener en cuenta con quién se va a reunir.
Demostrar que se presta también atención a la imagen de la empresa es el mensaje que tiene que enviar. ¿Cómo hacer? Ropa, peinado, maquillaje.
Es necesario adaptar la apariencia a los códigos de la empresa y del trabajo manteniendo siempre su propia identidad gracias a un pequeño toque personal.
¿Trabaja en un banco? Se impone el traje chaqueta; no obstante, puede optar por los accesorios para expresar su personalidad: un bolso y unos zapatos a la última, una joya de fantasía original.
Pero hay cosas que tiene que evitar, por ejemplo llevar un traje chaqueta y tacones muy altos en una empresa pequeña en la que todo el mundo va de jeans.
La forma de vestir puede constituir un filtro a la comunicación. Aprenda a adquirir prendas de calidad y que sean atemporales para combinarlas con otras piezas y para toda ocasión.
Nunca descuide su cabello, trate de llevarlo limpio y con un corte que refleje sus aspiraciones al éxito.
