Las uniones de la tubería de desagüe de los lavabos y fregaderos se obstruyen con gran facilidad, sobre todo por la costumbre de usarlas como cubos de basura.
En realidad, acabar con los atascos es más fácil de lo que parece, por ello, el gerente de Inhisa, Jacobo Mejía, propone unas pautas para hacerlo usted mismo, sin ninguna dificultad.
1 Son tubos en forma de S acostada que llevan un tapón enroscado en la parte más baja. En las instalaciones modernas son cada vez más comunes los de tipo botella, formados por un capuchón metálico enroscado a una pieza con una forma de cápsula, que se desmontan con mucha facilidad.
2 Lo primero que debe hacer cuando se atasque un lavabo es intentar reparar la avería con un desatascador. Es un aparato que consta de un mango de madera largo y una ventosa grande de goma.
Para usarlo, llene el lavabo de agua y tape el agujero de rebose con una esponja o un trapo. A continuación, quite el tapón y ponga el desatascador sobre el desagüe, empuje y tire vertical y alternativamente del mango. Con este movimiento producirá una corriente en la cañería, la cual moverá los residuos causantes de la obstrucción y los hará desaparecer. Durante esta operación es posible que salgan a la pila restos de productos adheridos a las paredes de la tubería.
Opción
Si el desatascador no funciona, conecte al grifo un trozo de tubo flexible que llegue hasta el desagüe y se introduzca un poco en la tubería.