Tegucigalpa, Honduras.
Unidades de inteligencia policial realizan las investigaciones orientadas a identificar a los responsables de la muerte de un coronel retirado de la Marina de Estados Unidos ocurrida la mañana de ayer frente a la terminal de buses de Cerro Grande, en la capital, carretera a Olancho.
La víctima fue identificada como Andrés Arcaya (72), empresario chileno de turismo y dueño de un hotel en Islas de la Bahía, con domicilio en la residencial Villa Elena de esta capital.
El cuerpo inerte quedó con varias heridas de bala en un negocio de venta de llantas. Equipos de la Policía iniciaron las investigaciones del caso.
El exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Mario Raúl Hung Pacheco, amigo de Arcaya, relató que el ahora occiso llegó a reparar una llanta de su automóvil y que llegaron de repente unos supuestos mareros y le dispararon, matándolo al instante.
Prosiguió que su amigo estaba desgraciadamente “en el momento equivocado reparando una llanta acá y me imagino que los mareros vinieron a hacer el cobro del impuesto de guerra en este negocio o algo por el estilo”.
Pacheco describió a Arcaya como un hombre honrado que estuvo asignado a la Embajada de Estados Unidos y decidió quedarse viviendo en Honduras.
Confirmó que el exmilitar se dedicaba al turismo, tenía un hotel en Roatán y una casa en la capital, además se dedicaba a la cría de caballos.
Unidades de inteligencia policial realizan las investigaciones orientadas a identificar a los responsables de la muerte de un coronel retirado de la Marina de Estados Unidos ocurrida la mañana de ayer frente a la terminal de buses de Cerro Grande, en la capital, carretera a Olancho.
La víctima fue identificada como Andrés Arcaya (72), empresario chileno de turismo y dueño de un hotel en Islas de la Bahía, con domicilio en la residencial Villa Elena de esta capital.
El cuerpo inerte quedó con varias heridas de bala en un negocio de venta de llantas. Equipos de la Policía iniciaron las investigaciones del caso.
El exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Mario Raúl Hung Pacheco, amigo de Arcaya, relató que el ahora occiso llegó a reparar una llanta de su automóvil y que llegaron de repente unos supuestos mareros y le dispararon, matándolo al instante.
Prosiguió que su amigo estaba desgraciadamente “en el momento equivocado reparando una llanta acá y me imagino que los mareros vinieron a hacer el cobro del impuesto de guerra en este negocio o algo por el estilo”.
Pacheco describió a Arcaya como un hombre honrado que estuvo asignado a la Embajada de Estados Unidos y decidió quedarse viviendo en Honduras.
Confirmó que el exmilitar se dedicaba al turismo, tenía un hotel en Roatán y una casa en la capital, además se dedicaba a la cría de caballos.