Las autoridades policiales le siguen la pista a dos sujetos que habrían participado en la muerte violenta del empresario estadounidense Rick Kolinsky, socio y a la vez gerente del hotel Infiniy Bay de Roatán.
El hecho criminal ocurrió la noche del jueves 14 de octubre en la zona turística de West End. Kolinsky se encontraba en uno de los restaurantes del sector junto a un amigo. Testigos dijeron a la Policía que cuando el estadounidense ya había abordado su vehículo junto a su acompañante, le salieron al paso los hombres armados y le dispararon. El amigo que lo acompañaba resultó ileso.
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“Hay dos personas a las que les seguimos la pista y se van a hacer capturas. Estamos trabajando ya hay varios equipos para hacer las diligencias investigativas. Este es un caso importante que hay que esclarecer. Estamos haciendo operativos de manera permanente para dar con los responsables”, dijo el comisario Antonio Mejía, jefe de la Policía de Islas de la Bahía.
En cuanto a los móviles del hecho, el oficial dijo que “hay varias hipótesis -en especial dos- que se están investigando, estamos descartando y nos están llevando a las líneas de investigación. No podemos revelar nada por ahora para no entorpecer el trabajo. Estamos trabajando para esclarecer el crimen lo más pronto posible”.
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Ayer tarde arribaron a Roatán agentes de campo de la Dirección Policial de Investigación (DPI) y fiscales del Ministerio Público de Tegucigalpa para apoyar en las investigaciones sobre la muerte del empresario estadounidense.
El cadáver de Kolinsky fue trasladado ayer a San Pedro Sula para la respectiva autopsia. Los familiares de Rick Kolinsky decidirán si lo van a repatriar a Estados Unidos donde vive su madre, o lo trasladarán de nuevo a Roatán para darle sepultura.
El crimen contra Kolinsky ha generado consternación en el gremio empresarial de Roatán, ya que aseguran que era muy querido en la isla. “Es una pérdida muy grande para la isla. Era un emprendedor que apoyaba a la comunidad y más en promover el turismo. Será difícil de llenar ese vacío por el don de gente que era. Era una persona muy querida y de un corazón muy altruista”, manifestó Ricardo Merren, presidente de la Cámara de Comercio de Islas de la Bahía.
