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Kevin Solórzano: “Lloro porque le doy gracias a Dios, ya pudimos comprobar mi inocencia”

  • 10 agosto 2022 /

Por decisión unánime la Sala II del Tribunal de Sentencias determinó absolver a Kevin Joshua Solórzano Hernández por el crimen contra el exfiscal Edwin Eguigure.

Tegucigalpa. Un tribunal de sentencias concluyó que “Kevin Joshua Solórzano Hernández no estuvo en la escena del crimen el día y hora de los hechos”.

De inmediato, al joven de 26 años, que pasó seis años de su vida preso, se le rodaron las lágrimas. Pues en términos sencillos la jueza que presidió la Sala II del Tribunal de Sentencia con Jurisdicción Nacional les comunicaba a los presentes que Kevin Solórzano Hernández no tuvo participación alguna en el crimen contra el exfiscal del Ministerio Público Edwin Eguigure ocurrido el 10 de noviembre de 2014.

Solórzano fue sometido a un segundo juicio el 27 de junio de este año luego que la Corte Suprema de Justicia ordenara repetirlo tras un recurso de casación de la defensa, en el primer juicio que inició el 25 de octubre de 2016 fue hallado culpable y condenado a 33 años de prisión. Por otro recurso Kevin se defendía en libertad desde el 6 de mayo de 2021.

La audiencia para el fallo inició ayer a las 8:25 am, 26 minutos después la jurista profirió: “Este tribunal, por unanimidad de votos falla: absolver al señor Kevin Joshua Solórzano Hernández de la acusación que se le sindica por la comisión del delito de asesinato en perjuicio de Edwin Geovanny Eguigure Abdul y por asesinato en su grado de ejecución de tentativa en perjuicio de María Auxiliadora Sierra Ramírez”.

Los familiares de Kevin escucharon lo que hace casi ocho años venían esperando de parte de los operadores de justicia, después del 19 de noviembre de 2014 cuando Kevin fue detenido en la aldea El Chimbo de Santa Lucía. Al cabo de unos minutos, los abrazos no pudieron esperar más. Kevin se fundió en un sentido abrazo con quienes fueron y siguen siendo sus apoderados legales, Jair López y Celeste Cerrato, y después con su madre y hermanos.

“En otra ocasión lloré por tristeza porque me acusaban de algo en lo que nunca tuve que ver, hoy lloro porque le doy gracias a Dios porque ya pudimos comprobar mi inocencia”, dijo el joven.

Entre lágrimas, su madre Ana Hernández manifestó que la inocencia de Kevin “se comprobó, siempre lo dije, por eso nunca lo dejé un tan solo día en la prisión, solo”.

¿Por qué lo absuelven?

El tribunal sentó las bases de la sentencia absolutoria a favor de Kevin Solórzano en que los dos testigos que presenciaron el hecho, en este caso María Auxiliadora Sierra Ramírez Sierra y Edwin Geovanny Eguigure Sierra, esposa e hijo de la víctima Edwin Eguigure, cambiaron su testimonio.

En su declaración administrativa el 18 de noviembre de 2014, María Sierra testificó que fueron tres hombres los atacantes, que quien había asesinado a su esposo era un hombre que vestía una camisa blanca con un dibujo en la parte frontal, trigueño claro, medio fornido y llevaba gorra, sin mencionar en ningún momento que tenía barba.

El 27 de junio de 2022, en juicio oral y público, la viuda declaró ante el tribunal que el homicida de su esposo fue un hombre de tez clara, fornido, con camisa blanca, chaqueta negra y jeans, sin gorra.

El otro testigo, el hijo de la víctima en ese entonces un adolescente, declaró ante los detectives horas después del crimen contra su padre que quien lo ultimó fue un hombre vestido de camisa manga larga negra o azul, llevaba puesta una gorra negra, jeans azul oscuro y barba tupida bajo el mentón, no completa.

El 27 de junio de este año Edwin Eguigure, ahora un adulto de 24 años, expuso ante el tribunal que quien asesinó a su progenitor era un hombre chaparro, regordete, vestía una camisa blanca manga larga con un diseño y un centro oscuro sin mangas; omitiendo que este llevaba gorra negra y barba en el mentón.

En el juicio anterior no compareció un testigo denominado por la defensa AB-1; sin embargo, en el segundo sí lo hizo. Un hombre que estaba fuera de su carro, estacionado a unos metros de la escena. Este atestiguó que los agresores eran chaparros, aspecto de vagos, mal vestidos, gorditos y medían alrededor de un metro con sesenta centímetros, difiriendo con la versión de los otros dos testigos.

Este hombre contó que María Sierra corrió hacia él junto a sus dos hijos para pedirle ayuda, mientras uno de los sicarios apuñalaba al marido de esta y otro le apuntaba con una pistola. Y tercero y uno de los aspectos más vitales para dictar su absolución fue el hecho de que mediante el vaciado telefónico practicado al teléfono con el que Kevin se comunicó con su amigo Luis Berríos, lo ubican en su casa en el barrio El Buen Pastor de El Chimbo, a casi dos kilómetros de distancia, a las 5:45 am, momento en que estaban matando al exfiscal Eguigure Abdul.