Jesús Valmaña Cruz es uno de los cinco reos, que según denunció el abogado Carlos Chajtur.
De acuerdo a la denuncia de Carlos Chajtur, los cinco reos, que guardan prisión en la cárcel de Támara fueron gaseados y luego golpeados por policías militares.
Se informó que entre los agredidos está el extraditable José Rafael Sosa Méndez, alias Chafalo, a quien le fracturaron un diente y le rompieron el labio, según la denuncia.
Uno de los reos agredidos fue el estadounidense Gilbert Reyes, implicado en el asesinato de tres mujeres en Roatán en enero de este año.
A través de un video, Gilbert Reyes mostró las marcas que la golpiza habría dejado en su cuerpo, evidenciando moretones en sus pantorrillas y espalda.
José “Chepito” Handal, condenado a 16 años por lavado de activos, es otro de los agredidos.
El exjugador Óscar “Pescado” Bonilla fue parte de varios reos en Támara que recibieron la golpiza por parte de elementos de la Policía Militar. Bonilla está sentenciado en julio de 2023 a 11 años y tres meses de prisión.
Jesús Valmaña es considerado uno de los líderes de la Pandilla 18 en Honduras.
Valmaña usurpó la identidad de otro privado de libertad, se borró las huellas de los dedos de sus manos y se identificaba con el nombre de otra persona para andar tranquilamente en libertad, pese a que tenía una condena de 63 años de prisión por haber secuestrado y asesinado a un comerciante.
Para la Fiscalía, Jesús Valmaña Cruz es un miembro de la pandilla 18 que tenía un importante rol en la estructura criminal como contador y administrador de las armas.
Pero el hombre participó en el secuestro y asesinato de un comerciante de La Ceiba y por ese caso fue condenado el 13 de octubre de 2017.
Valmaña tenía una licencia para conducir con otro nombre, pero con su rostro.
Después de estar recluido en varios centros penitenciarios fue llevado a la cárcel de El Pozo y ahí fue reseñado con el nombre de Edwin Modesto Contreras Aguilar, otro preso miembro de la pandilla 18 que estaba a punto de lograr su libertad.
El 28 de diciembre de 2018, tras haber usurpado la identidad del otro reo, Jesús Valmaña Cruz logró salir en libertad y seguir operando con la pandilla en San Pedro Sula, incluso viajaba a otros países de Centroamérica y a México.
Pero el 2 de junio de 2021, agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) recibieron una alerta de un asalto y lograron identificar un vehículo turismo en el que se conducía Valmaña Cruz.
El sujeto al ser interceptado por los policías se identificó con una licencia de conducir que tenía su fotografía y el nombre de Ricardo Ezecsor López Cerrato.
Los agentes lo llevaron detenido para investigación y en el camino Valmaña les ofreció, primero, tres millones y luego cinco millones de lempiras a cambio de dejarlo en libertad, pero eso creó más suspicacia a los policías, que decidieron seguir con la investigación.
Durante el juicio, la defensa afirmó que su nombre era Ricardo Ezecsor López Cerrato, pero no presentaron ninguna prueba que lo confirmara, según el fallo del tribunal.
Incluso la Fiscalía entre las pruebas hizo prueba de ADN y así comparar patrones de huellas dactilares, pues aunque Valmaña se borró las huellas, le quedó una en uno de los dedos.