Tegucigalpa. Las extremidades inferiores y superiores estaban en una maleta y el tronco en una bolsa negra, a inmediaciones del puente Tiburcio Carías, de Comayagüela.
La cabeza fue encontrada en uno de los extremos del puente San José, sobre el anillo periférico.
Esos fueron los dos sitios donde ocurrió el macabro hallazgo de los restos mortales de un guardia identificado por sus familiares como Carlos Ariel Rodríguez Cerrato (22), originario de Tegucigalpa y residente en la colonia Prados Universitarios.
Las partes del cuerpo desmembrado fueron halladas ayer a eso de las 6:00 am por personas que transitaban por la 6 calle de Comayagüela.
Se informó que uno de los transeúntes observó una maleta negra; de inmediato procedió a abrirla y se llevó la sorpresa de que en el interior había restos humanos.
A pocos metros estaba una bolsa plástica negra, donde estaba el tronco, por lo que de inmediato llamaron a la Policía para notificar el hallazgo.
Personal de Medicina Forense, Fiscalía e Inspecciones Oculares de la DNIC realizaron el levantamiento, pero en el lugar no se encontró la cabeza.
Cuatro horas más tarde se informó que la cabeza estaba a inmediaciones del anillo periférico, donde se presentaron las autoridades para efectuar el reconocimiento y luego el levantamiento de la otra parte del cuerpo para trasladarla a la morgue capitalina. Uno de los familiares del fallecido informó que Carlos Ariel Rodríguez era guardia de la empresa de seguridad Morazán, asignado al centro comercial Villas del Sol, en la salida al oriente del país.
A eso de las 5:00 pm salió de su casa en una motocicleta. Un hermano lo llamó a las 5:20 pm y después no se volvió a saber nada de él, pues tenía que presentarse a trabajar al turno de las 6:00 pm, pero no llegó.
Los familiares desconocen dónde se encuentra la motocicleta en que se transportaba Rodríguez Cerrato, por lo que las autoridades policiales realizan las investigaciones del caso.
