Ninguna Navidad volverá a ser igual para las familia Gómez Cubas y Ferrera.
Un hombre que al parecer se cansó de ser humillado mató a balazos a su esposa y a su suegra y luego se suicidó disparándose en la sien. El crimen tiene consternados a sus familiares y vecinos.
Las víctimas son Luzni Zuñilda Gómez Cubas, de 37 años; su hija Estefani Gissel Mejía Gómez, de 17; y su yerno Edwin Geovany Mejía Ferrera, de 34 años, quienes residían en el sector 3 de la capitalina colonia 3 de Mayo.
Las dos mujeres recibieron tres balazos cada una, mientras que el autor material expiró por laceración cerebral producida por un disparo.
Los cuerpos inertes quedaron al interior de la vivienda donde vivía Gómez Cubas. Allí fueron reconocidos por las autoridades competentes.
Se despidió antes de matarse
La información que maneja la Dirección Nacional de Investigación Criminal es que, cerca de las 9:00 de la noche, Mejía Ferrera, llegó a la casa de su suegra en donde se encontraba su compañera de hogar, Estefani Gissel. Ambos se enfrascaron en una discusión por problemas de índole pasional.
En medio de la refriega, el hombre sacó una pistola y disparó a quemarropa contra la señora Gómez Cubas, matándola en el acto.
La joven al ver que su madre estaba muerta se abalanzó contra su marido, quien también le disparó tres veces quitándole la vida al instante.
Tras llamar por teléfono a un miembro de su familia para despedirse, Mejía Ferrera se disparó en la sien derecha y expiró casi al instante.
Los tres cuerpos inertes quedaron en puntos diferentes del inmueble, mientras que en la escena del crimen los técnicos de la Sección de Inspecciones Oculares de la Dnic levantaron el arma homicida, una pistola calibre 9 milímetros, y siete casquillos de bala.
Con el triple crimen se cierra un triste episodio de discusiones entre un esposo, su suegra y su compañera de hogar, expusieron las autoridades de investigación.
No soportó las presiones
Un familiar de Edwin Geovany atribuye el hecho a que el sujeto no soportó las presiones de su suegra, quien intervenía mucho en la pareja, y que eso lo condujo a tomar la fatal determinación.
Relató que el ahora occiso estaba legalmente casado con Estefani Gissel, para lo cual contó con la firma de su suegra por tratarse de una menor, pero que después vinieron los conflictos, porque la señora intervenía demasiado en los asuntos de la pareja.
Agregó que Gómez Cubas se llevaba a su hija para su casa cada vez que se le antojaba y que se la devolvía a su yerno cuando quería.
“Él amaba mucho a la muchacha y por eso soportó humillaciones, insultos y agresiones”, expresó otra doliente. Aseguró que el miércoles en horas de la mañana Mejía Ferrera recibió unas cachetadas en la casa de su compañera de hogar, situación que lo tenía decepcionado.