Tegucigalpa, Honduras.
Los jueces de la sala cuarta del Tribunal de Sentencia, por unanimidad de votos, impusieron al periodista David Romero Ellner una pena de 10 años de reclusión luego de encontrársele culpable de seis delitos de injurias por difamación.
El tribunal aplicó una pena de un año y ocho meses de prisión por cada uno de los delitos, que sumados hacen un total de 10 años.
Además, los impartidores de justicia impusieron al periodista las penas accesorias de inhabilitación especial e interdicción civil, que afectaría su ejercicio como comunicador por el tiempo que dure la pena principal.
También se le obliga a “trabajar en obras públicas o en labores dentro del establecimiento penitenciario, según la ley, por el tiempo que dure la condena”, indica el fallo de los togados.
De igual manera se le declaró responsabilidad civil, misma que será objeto de casación en la fase de ejecución de la sentencia por los comentarios que hizo contra Sonia Gálvez, esposa del Fiscal General Adjunto, Rigoberto Cuéllar.
Sin embargo, la sentencia aún no puede ser efectuada hasta que la misma adquiera el carácter de firme. Eso ocurrirá si así lo estima pertinente la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. La Sala podría tardar hasta dos años en tomar una decisión.
Por ahora, se mantiene la medida cautelar de no nombrar a Gálvez en sus programas de radio y televisión.
Gálvez querelló a Romero el 20 de agosto de 2014 por 22 delitos en contra de la imagen y la honra. Durante el juicio, el tribunal lo absolvió de 16 delitos de injurias y calumnias por difamación. La determinación judicial fue hecha pública la tarde de ayer.
Romero: “Me quieren callar”
Fiel a su estilo, Romero declaró y reaccionó en su programa al conocer los años de prisión que pesan sobre él. “Esta es la culminación de un proceso manipulado con la intención de callarnos”, manifestó Romero.
Agregó que esta “no es más que una forma de impartir justicia de forma manipulada. Es un sistema judicial borreguil”.
Advirtió, además que “no nos vamos a cansar mientras tengamos el poder de la palabra. Lo vamos a seguir haciendo. Vamos a denunciar a los pícaros y corruptos con su nombre y apellido. No estamos solos, hay muchos ojos observadores, especialmente de la comunidad internacional… lo que han hecho es aberrante”.
 Este es el fallo que establece la condena a Romero.
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