En pleno toque de queda por el Covid-19, se reportó una muerte violenta en el municipio de Catacamas, Olancho, al oriente de Honduras.
Se trata de un hombre de aparente edad de 25 a 30 años que apareció muerto, con señales de tortura, en un solar baldío en la comunidad de Villalinda en el sector antes mencionado.
Según información de las autoridades policiales, vecinos dieron el aviso al 911 al encontrarse con el cadáver que aparentemente fue asesinado en otro lado.
Medicina Forense llegó al lugar para hacer el levantamiento respectivo y encontraron impactos de bala en su cuerpo y además varios dedos de sus extremidades cercenados.
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El ahora occiso fue identificado como Junior Mejía luego de encontrarle una partida de nacimiento en su vestimenta.
La Policía Nacional de Olancho asegura que se encuentran investigando el móvil del crimen, pero por la forma de su muerte, la hipótesis mas fuerte es la venganza.
Pobladores aseguran que los hechos violentos en ese sector habían disminuído considerablemente en la zona desde que empezó la cuarentena por el coronavirus.
