San Pedro Sula, Honduras.
Autoridades hondureñas acusaron a dos policías que presuntamente ignoraron la denuncia de una mujer que fue asesinada presuntamente por su marido al día siguiente de presentarse ante ellos.
Autoridades hondureñas acusaron a dos policías que presuntamente ignoraron la denuncia de una mujer que fue asesinada presuntamente por su marido al día siguiente de presentarse ante ellos.
El crimen de Hernández pudo haber sido evitado si la Policía hubiera atendido la denuncia por amenazas que ella les interpuso el 27 de enero de este año, según denunciaron familiares el día después del femicidio.
La Fiscalía Especial de Derechos Humanos presentó un requerimiento fiscal en contra de los agentes de la Policía preventiva que presuntamente desestimaron la denuncia de la mujer.
Los agentes acusados son Carlos Florencio Arriaga Aguilar y Santos Serapio Manueles López, quienes enfrentarán un proceso por el delito de violacion a los deberes de los funcionarios.
Los policías, asignados a la posta en la colonia Planeta, fueron acusados porque no prestaron la colaboración necesaria a Norma Lilian Ávila Hernández.
LEA: Norma Ávila fue asesinada en su casa por su propio marido, pero 20 días antes publicó un inquietante mensaje en Facebook.
Ávila Hernández fue ultimada por su cónyuge Hugo Daniel Cruz Cabrera en la colonia Valle Verde del sector de la Rivera Hernández de San Pedro Sula.
La mujer fue encontrada ensangrentada dentro de su casa de habitación en la colonia Villa Verde del sector Rivera Hernández de San Pedro Sula, zona norte de Honduras.
El principal sospechoso del crimen es su pareja Hugo Daniel Cruz Cabrera, quien la había amenazado de muerte de acuerdo con la versión de los familiares.
Ellos relataron que la mujer llegó un sábado a interponer la denuncia por amenazas a la Primera Estación de Policía de San Pedro Sula pero allí la remitieron a la posta policial ubicada en la colonia Planeta.
LEA: Mujer asesinada por marido puso denuncia pero no la atendieron
Al llegar a dicha estación policial, los agentes policiales le dijeron que en ese momento no podían atenderla y que llegarían el domingo a las 6:00 de la mañana.
La mujer no llegó a dormir a su vivienda por temor pero supuestamente regresó a tempranas horas de ese domingo.
Su marido la estaba esperando para materializar sus intenciones: la estranguló con una soga.
