Vitelia Rodríguez trabaja desde hace 17 años en una maquila y su salario no le ajusta. Por ser madre soltera debe pagar 1,500 lempiras mensuales por el cuidado de su hijo en una guardería, 600 lempiras de comida a la semana, 1,000 en alquiler y 48 de pasaje diario.
Con estas cuentas, Vitelia no podría cubrir una emergencia médica. Ella es una de 143,829 personas en San Pedro Sula que subsisten con el salario mínimo, según cifras del INE (Instituto Nacional de Estadísticas).
Rodríguez gana un salario de 1,100 lempiras a la semana. “Cuando hay producción puedo sacar de 1,300 a 1,400 lempiras semanales”. Sus gastos se agrandan “porque tengo que ir a dejar a mi hijo a la guardería”.
A pesar de eso, ha sacado a sus hijos adelante con su mano de obra. Su caso no es aislado. Más de la mitad de la población ocupada en San Pedro Sula, que suma 143,829 personas, sobrevive con un salario mínimo o menos al mes, lo que significa que su poder adquisitivo es bajo. El promedio del salario mínimo es 6,800 lempiras.
La economía de los sampedranos se sostiene por diversas actividades como el comercio, servicios y maquilas, entre otras, donde está distribuida la población ocupada.
En la ciudad hay 247,744 personas que pertenecen a la población económicamente activa, de estos. 89,635 trabajan en el área comercial menor, mayor, restaurantes y hoteles; en servicios comunales, sociales y personales trabajan 42,495, lo que significa que alrededor del 53% trabaja en las áreas de servicios.
De este segmento, una parte de la población apenas logra cubrir sus gastos y comprar parte de la canasta básica, que en la ciudad asciende a unos 5,287 lempiras. Otras necesidades quedan descubiertas.
Más mujeres desocupadas
En San Pedro Sula el 57.7% de la población ocupada son hombres y 42.86% mujeres. La población ocupada constituye el 7.7% del total de la población económicamente activa de Honduras.
El economista Guillermo Altamirano explicó que San Pedro Sula tiene condiciones diferentes al resto del país, ya que de la población ocupada 63.58% son asalariados, 31.95% empleados por cuenta propia y 4.47% no remunerados, lo que significa que prevalece la gente que tiene un empleo fijo.
Destacó que la economía no anda bien porque los empleados tienen un bajo nivel de ingresos. A esto se suma el subempleo o empleo invisible, que son las personas que están empleadas en actividades que les exigen más de 44 horas a la semana y reciben menos del salario mínimo.
Según el INE, en 2011 la tasa de desempleo invisible en la ciudad era de 28.9%.
El ingreso promedio de los sampedranos es de 7,538 lempiras, lo que lo sitúa por encima del promedio nacional, que es de 5,315.
Ciudad de servicios
El analista económico Raúl Reina explicó que la ciudad tiene un gran potencial de desarrollo, y por el tipo de negocios ya no se puede considerar una ciudad industrial, sino de servicios.
Reina dijo que al estar en esta categoría se tiene cierto tipo de requerimientos y actualmente hay una gran brecha entre el personal capacitado y la gente que llega sin ningún tipo de educación buscando cómo sobrevivir en la ciudad.
El analista añadió que el segmento de la población con mayor preparación tiene mayor poder adquisitivo, lo que permite avanzar como ciudad con un mayor movimiento comercial.
La preparación educativa de la población ocupada es de un 12.4% sin nivel educativo, 53.1 con primaria que es el porcentaje más alto, 25.9 secundaria y apenas un 8.6% con un nivel superior, según el INE.
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