Pese al temor de ser sorprendidos por los policías municipales, los vendedores ambulantes exhiben a plena luz del día la pólvora que venden, incluyendo morteros de alta potencia.
Muchos comerciantes se han organizado para esquivar a los uniformados; al verlos llegar, detonan cohetes para avisar a los otros vendedores y estos corren a esconder el producto para evitar el decomiso.
Hace días, las autoridades de la Municipalidad comenzaron inspecciones en los mercados y bodegas para verificar que los comerciantes cumplan la ordenanza municipal, que prohíbe la venta de pólvora en San Pedro Sula. Esta medida busca reducir los casos de pequeños quemados que durante la época festiva incluso sufren lesiones graves o mutilaciones.
E l Juzgado Municipal anunció que los operativos se intensificarán a partir de hoy. Recibirán el respaldo de la Policía Nacional, Ejército, Dirección Nacional de Investigación Criminal y agentes de Migración.
“Ya arrancamos con mayor apoyo. Incluso nos apoyará la Policía de Tránsito cerrando algunas calles cuando hagamos los registros porque hemos tenido problemas al ejecutar los decomisos. Los vendedores reaccionan violentamente y pelean con los agentes. Por eso irán unos 70 policías a efectuar los registros para evitar incidentes graves”, manifestó Geovani Paz Sabillón, subdirector de Justicia Municipal.
Explicó que los mercados son los puntos donde más se vende pólvora y los de mayor conflictividad al hacer los decomisos. Los bomberos han dicho que las instalaciones son una bomba de tiempo, y más con la venta de pólvora.
Paz dijo que los días cerca del 24 y el 31 es cuando más se comercializan los cohetes. Más de 10 personas han sido citadas y multadas por infringir la ley.
“Las multas superan los 10 mil lempiras, pero la ley nos deja a consideración el monto porque a muchos se les decomisa poca pólvora y la sanción se les aplica de mil en adelante”. Contó que muchos acuden al Juzgado con la esperanza de recuperar los cohetes.
Juan Craniotis, jefe de cirugía pediátrica del Mario Rivas y director médico del hospital de Niños Quemados y Cirugía Pediátrica Ruth Paz, dijo que la mayoría de los menores quemados con pólvora presentan lesiones de segundo y tercer grado.
La hospitalización cuesta de tres mil a cinco mil lempiras diarios, dependiendo de la gravedad, y en los casos severos puede costar 15 mil.