San Pedro Sula.
“El mayor enemigo que hemos tenido en este proceso es el tiempo, ha sido más difícil que el
COVID-19. En la planificación fuimos ordenando toda la ejecución del proyecto, el
COVID-19 solo ha sido un traspié para el levantamiento de los datos, nuestros tiempos para el nuevo censo y para la entrega de identidad se mantienen intactos”, explicó Rivera.
El Registro Nacional de las Personas (RNP) anunció que para finales de este año habrá censo poblacional y nueva tarjeta de identidad.
El Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD, por sus siglas en inglés), desarrolló un foro con las autoridades del RNP, quienes explicaron las consecuencias del COVID-19 para el nuevo proceso de identificación.
Oscar Rivera, comisionado permanente del RNP, dijo que el virus solo ha detenido el proceso en campo, pero el cronograma para la entrega de un nuevo censo electoral y de la nueva cédula sigue vigente.
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millones de hondureños esrán identificados a través del nuevo proceso de identificación nacional, de los cuales 2.2 millones son niños que oscilan entre los 5 y 17 años de edad.
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Aseguró que para diciembre el Consejo Nacional Electoral (CNE) tendrá el nuevo censo que servirá para garantizar elecciones transparentes arguyendo que “la democracia no se ha detenido”, y el proceso solo tomará tres meses.
Se espera que a principios de enero al menos un millón de hondureños ya cuenten con su nueva identidad. Pero el atraso para las elecciones internas radica en que la entrega de identidades será gradual, por lo que el siguiente lote de medio millón estaría arribando al país hasta marzo, mes en que están previstas las elecciones primarias.
