San Pedro Sula, Honduras.
Zelaya explicó que la inversión que está realizando el sector privado a nivel nacional supera los 23 millones de dólares (L563 millones) anuales, destinados a proyectos de educación, salud, nutrición y medio ambiente.
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se ha convertido para las compañías en la actualidad en un pilar fundamental para mejorar su imagen en su entorno.
Esta práctica además les permite mejorar sus relaciones comerciales con otras empresas.
Desde una perspectiva mundial, España es el país que mayor número de empresas socialmente responsables registra. Si nos acercamos un poso más a nuestro continente, quienes lideran esta lista son Brasil, Colombia, México, Uruguay, Argentina y a nivel de Centroamérica y el Caribe encabezan Costa Rica, República Dominicana, El Salvador y Honduras.
Fernando Zelaya, consultor empresarial de proyectos de RSE y desarrollo sostenible, dijo que gracias al compromiso que han adquirido las empresas hondureñas en la gestión ética, el país puede ser comparado incluso con Colombia, una de las naciones con las mejores prácticas de RSE.
| En 2016, San Pedro Sula fue sede del evento de RSE más importante de Centroamérica, Convertirse, en el cual estuvieron unos 500 invitados.
Los expertos manifiestan que las buenas prácticas de RSE ofrecen ventajas competitivas y abren nuevos mercados a las empresas.
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“Honduras es un ejemplo y esperamos que en menos de 10 años seamos un referente en este aspecto, porque existe voluntad de parte de las empresas para proyectarse con las comunidades”, agregó Zelaya.
Julio Gom, director de proyectos de la Fundación Hondureña de Responsabilidad Social Empresarial (Fundahrse), refirió que desde hace 15 años el país empezó a dar sus primeros pasos en campos de RSE y desde ese momento la tendencia ha estado a la alza.
Fundahrse cuenta a la fecha con 110 empresas afiliada de 15 diferentes actividades, en los que se destacan los sectores de agroindustria, banca y finanzas, manufactura y azucarero.
Consideró que las empresas, grandes o pequeñas, deben pensar no solo en los beneficios a corto plazo, sino en el desarrollo futuro de las sociedades.
