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L490 millones al año invierten las empresas en proyectos de RSE

  • 13 enero 2019 /

    San Pedro Sula, Honduras.

    En años pasados, las empresas tenían un propósito meramente comercial, pues su objetivo era aumentar las ventas y que su producto fuera el más reconocido en la industria.

    Durante la última década, este concepto ha incorporado contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las compañías, lo que se define como Responsabilidad Social Empresarial (RSE).

    La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define la RSE como el conjunto de acciones que toman en consideración las corporaciones, para que sus actividades tengan repercusiones positivas sobre la sociedad y que afirman los principios y valores por los que se rigen.

    En Honduras, las empresas invierten alrededor de 490 millones de lempiras anuales (unos 20 millones de dólares) en proyectos e iniciativas de RSE.

    Roberto Leiva, director ejecutivo de la Fundación Hondureña de Responsabilidad Social Empresarial (Fundahrse), dijo que hasta la fecha existen 110 empresas que cuentan con una certificación y otras 10 están en proceso.

    El 60% de los afiliados tienen su sede en la zona noroccidental, con rubros como industria alimenticia, instituciones bancarias, comercio y universidades. Explicó que la mayoría de proyectos están enfocados en la educación, salud, nutrición y en la protección del ambiente.

    Leiva consideró que el propósito social no debe ser tomado como un plus, sino como una exigencia que deben tener las empresas, lo que a su vez les ayuda a mejorar su imagen y a que las personas tengan mayor confianza en lo que hacen.

    Julio Gom, doctor en Administración de Empresas y economista, manifestó que a nivel de impactos positivos, se encuentra el enorme desarrollo de la logística para acercar a los productores y los consumidores a través de la RSE.

    Beneficio.

    Como parte de su práctica de RSE, la Fundación Grupo Karim’s, inició desde 2014 un programa piloto en la escuela 18 de Noviembre de la comunidad de Armenta, que consiste en la enseñanza del idioma inglés a los estudiantes de este centro educativo y a otros de la ciudad. A la fecha ha beneficiado a más de 700 pequeños.

    La fundación paga a los docentes que enseñan a los niños y los padres de familia compran parte de los libros que sus hijos utilizan en sus clases. “Cuando mi hijo salga de la escuela hablará dos idiomas, eso le abrirá muchas oportunidades”, dijo uno de los padres beneficiados.