San Pedro Sula, Honduras.
Sufrir el rechazo de sus padres en la infancia fue una experiencia que la marcó. Aun así, Olga de Cáceres nunca se dio por vencida y decidió sacar lo bueno de sí misma.
La sampedrana de 62 años y madre de cinco hijos se dedica a vender postres y artículos elaborados con material reciclado. Con una enorme sonrisa confiesa que se siente feliz de ser voluntaria en el Centro Virgen de Suyapa (institución educativa para personas de escasos recursos) del Sector López Arellano; donde asiste cada domingo para impartir clases de repostería. Ella es un ejemplo de la exitosa campaña “ Sacá lo bueno” que promueve Diario LA PRENSA.
Sin embargo, para sacar lo mejor de sí misma Cáceres tuvo que sufrir experiencias amargas, pues además de soportar los maltratos de su madre cuando era una niña, ella y su esposo José Cáceres fueron víctimas de una estafa que los dejó en la ruina. Pero gracias a su talento y creatividad lograron salir adelante.
La fiel creyente católica recuerda que vendía comida y hacía trabajos de belleza para contribuir con los gastos del hogar. “Cuando era joven aprendí muchas cosas, entre ellas: corte y confección, belleza, repostería y manualidades; nunca imaginé que eso nos iba a ayudar en el futuro”, cuenta.
Servicio
“Hace años le dije a Dios que quería servirle, pero no tenía dinero para hacerlo. Luego el Señor me dijo que lo sirviera con mis conocimientos”, comenta.
En 2004 recibió un llamado de las hermanas de la orden de María Inmaculada solicitándole su ayuda para dar clases de repostería en el Centro Virgen de Suyapa. Fue entonces que se dio cuenta que era el momento de servir a Dios. En el centro de estudios a distancia, Olguita, como la llaman cariñosamente, aprovecha para aconsejar a sus alumnas a fin de que sigan estudiando.
“Siempre le digo a las muchachas que no se rindan y que se esfuercen en dar lo mejor para que todo lo que hagan sea excelente”, añade.
Asegura que su labor en el instituto ha sido de gran ayuda para sacar lo bueno de sí misma. “Siento una gran satisfacción cuando mis alumnas me mandan fotos de los postres que hacen. Eso me alegra, pues el servicio lo hago por amor a Dios; y en la vida es mejor dar que recibir”, concluye.
Sufrir el rechazo de sus padres en la infancia fue una experiencia que la marcó. Aun así, Olga de Cáceres nunca se dio por vencida y decidió sacar lo bueno de sí misma.
La sampedrana de 62 años y madre de cinco hijos se dedica a vender postres y artículos elaborados con material reciclado. Con una enorme sonrisa confiesa que se siente feliz de ser voluntaria en el Centro Virgen de Suyapa (institución educativa para personas de escasos recursos) del Sector López Arellano; donde asiste cada domingo para impartir clases de repostería. Ella es un ejemplo de la exitosa campaña “ Sacá lo bueno” que promueve Diario LA PRENSA.
Sin embargo, para sacar lo mejor de sí misma Cáceres tuvo que sufrir experiencias amargas, pues además de soportar los maltratos de su madre cuando era una niña, ella y su esposo José Cáceres fueron víctimas de una estafa que los dejó en la ruina. Pero gracias a su talento y creatividad lograron salir adelante.
La fiel creyente católica recuerda que vendía comida y hacía trabajos de belleza para contribuir con los gastos del hogar. “Cuando era joven aprendí muchas cosas, entre ellas: corte y confección, belleza, repostería y manualidades; nunca imaginé que eso nos iba a ayudar en el futuro”, cuenta.
Servicio
“Hace años le dije a Dios que quería servirle, pero no tenía dinero para hacerlo. Luego el Señor me dijo que lo sirviera con mis conocimientos”, comenta.
En 2004 recibió un llamado de las hermanas de la orden de María Inmaculada solicitándole su ayuda para dar clases de repostería en el Centro Virgen de Suyapa. Fue entonces que se dio cuenta que era el momento de servir a Dios. En el centro de estudios a distancia, Olguita, como la llaman cariñosamente, aprovecha para aconsejar a sus alumnas a fin de que sigan estudiando.
“Siempre le digo a las muchachas que no se rindan y que se esfuercen en dar lo mejor para que todo lo que hagan sea excelente”, añade.
Asegura que su labor en el instituto ha sido de gran ayuda para sacar lo bueno de sí misma. “Siento una gran satisfacción cuando mis alumnas me mandan fotos de los postres que hacen. Eso me alegra, pues el servicio lo hago por amor a Dios; y en la vida es mejor dar que recibir”, concluye.
¡Sacá lo bueno!
Es una campaña lanzada por LA PRENSA que celebra los detalles que nos alegran cada día y los hechos que nos enorgullecen, es una invitación a sacar lo mejor de nuestra gente que merece ser destacada: gente luchadora, emprendedora, con grandes sueños e infinitas ganas de mejorar.
Saquemos lo bueno de nuestro país y hagámoslo noticia. Participa en nuestras redes sociales #SacaLoBueno o mándanos un correo a redaccion@laprensa.hn
