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Pesca y turismo, los motores económicos de Roatán

  • 13 julio 2021 /

El inglés es el idioma predominante, y el dólar circula casi a la par del lempira.

Islas de la Bahía

La vida del isleño común residente en Roatán, Islas de la Bahía, transcurre entre la pesca y el servicio turístico, labor que hacen cotidianamente porque es su modo de vida y su sustento.

Algunos lo hacen de manera individual y venden el producto a los restaurantes locales o para consumo personal. Aunque la mayoría son empleados o miembros de la flota industrial pesquera del departamento insular, que la componen un poco más de 250 embarcaciones que trasladan su producto a diferentes centros de acopio en las islas y La Ceiba, adonde se empaca en plantas procesadoras y se envía a los mercados internacionales y nacionales.

Eduardo Rivas, lugareño del sector, explica que se ha dedicado a pescar, siguiendo la tradición de su padre y su abuelo. “Aquí la vida es completamente distinta de lo que es en tierra firme.

Foto: La Prensa

Los isleños conservan sus tradiciones, moneda, lenguaje y religión, impuestos por el reinado británico del que se separaron hace 160 años.
Nos dedicamos a la pesca y el turismo porque de eso vivimos. En nuestras lanchas también ofrecemos recorridos a los turistas. Hay algunos que están organizados en grupos de pesca, pero una buena parte lo hace de manera individual’’, apuntó Rivas.

Una minoría se dedica a trabajar en diferentes oficios, como albañilería, carpintería y electricidad, entre otros. Los que no tienen como tarea lo turístico o la pesca, que son en su mayoría jóvenes y jovencitas, trabajan en el poco comercio que hay, ya sea en tiendas, bancos, ferreterías, hoteles y restaurantes.

La industria pesquera a gran escala en Islas de la Bahía fue y sigue siendo lo equivalente al “sueño americano”, asegura John Franklin Girón, un reconocido historiador y catedrático universitario de Roatán. “Esta zona donde estamos, French Harbour, se conoció como la comunidad pesquera. En 1920 llegó a ser la zona donde más botes pesqueros había en Latinoamérica. Los isleños han vivido y siguen viviendo de la pesca y ahora también del turismo”, recordó Girón.

Roatán contrasta con las edificaciones de grandes hoteles, restaurantes y casas señoriales de arquitectura inglesa, propiedad de extranjeros o “caracoles” nativos, con las humildes viviendas de madera y de bloque sin repellar de los ladinos.

Este segmento de la población está afincado, principalmente, en barrio Los Fuertes y Monte Placentero. Algunos han tenido la posibilidad de mejorar sus casas gracias a las remesas que envían sus familiares de Estados Unidos. Con el salario mínimo que gana un obrero común apenas le alcanza para pagar alquiler, agua y energía eléctrica, de la cual se quejan por ser onerosa.

Los productos de primera necesidad y los suntuosos, el isleño los compra un 20% más caro de lo que lo vale en tierra firme. Esto es debido a que residen en una isla. Los mariscos, el arroz, los frijoles y las plantas costeras como el plátano, el coco son la base alimenticia de los isleños.

Historia, tradición e idioma

El inglés es el idioma que más se habla en Roatán, así como en el resto del departamento insular.

Según datos de las autoridades isleñas, el 60% de la población lo tiene como su lengua de comunicación. Esto se debe a que Islas de la Bahía hace 160 años era gobernada por Reino Unido.

El traspaso del archipiélago a nuestro país se dio mediante un tratado entre Inglaterra y el Gobierno de Honduras, el 28 de noviembre de 1859.

Fue ratificado por el Gobierno inglés el 3 de febrero de 1860 y por parte de Honduras el 15 de febrero de 1860. Mediante este tratado, Inglaterra cede a Honduras el dominio territorial de Islas de la Bahía. El traspaso del territorio se llevó a cabo el 10 de mayo de 1861. Esta fecha es conmemorada cada año por las autoridades municipales y de Educación, con desfiles y actos cívicos, como una segunda independencia.

John Girón cuenta que en las islas confluyen al menos unas cinco razas. La miskita en un mínimo porcentaje, negros de habla inglesa, garífunas, mestizos o indios que llegaron de tierra firme a las islas.

Además, los “caracoles”, estos descendientes de los ingleses. “Actualmente podríamos decir que hay un poco más de mestizos debido a que han inmigrado a Islas de la Bahía buscando mejores oportunidades por el turismo que ofrece la isla”, apuntó Girón.

El sueño del isleño, según el historiador Girón, “es proteger su patrimonio cultural. Aquí en las islas había mucho comercio con otros países, ahora predomina el turismo; pero aquí se dieron los inicios de la exportación bananera.

En Islas de la Bahía construían barcos comerciales que trasladaban productos a las ciudades británicas, Estados Unidos y países del Caribe’’, añadió. Respecto a la moneda, en Islas de la Bahía el dólar circula casi a la par del lempira. Esto se debe a que a las islas llega mucho turista extranjero, además de la influencia inglesa y estadounidense desde hace más de un siglo.

Los isleños profesan, mayormente, la religión protestante, con la Iglesia adventista como la principal. Según John Girón, la primera iglesia que se estableció en Roatán fue la metodista, después llegó la adventista, traída por Elizabeht Elwin alrededor de 1840, quien era hija del primer gobernador de Islas de la Bahía, Dui Elwin, nombrado por la reina Victoria de Inglaterra cuando en ese entonces el departamento insular pertenecía al protectorado inglés. En French Harbour se encuentra una iglesia adventista construida en 1905.

Foto: La Prensa

La mayor parte de los pobladores profesan la religión protestante.
Educación y salud

Antes del año 2005, la mayor parte de los 70,000 habitantes de Roatán, cuya mayoría es de escasos recursos económicos, no podían estudiar una carrera universitaria. Solo las familias de mayor poder adquisitivo enviaban a sus hijos a estudiar a otras ciudades como La Ceiba, San Pedro Sula o Tegucigalpa.

Pero en 2006, la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH) inauguró un campus universitario,y a finales de 2013 la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) abrió un Telecentro en la isla, en su modalidad de educación virtual, siendo las únicas dos que existen en la actualidad. Estas dos universidades tienen una matrícula aproximada de 700 estudiantes.

Con una extensión territorial de 229 kilómetros cuadrados, Islas de la Bahía cuenta con cuatro institutos de segunda enseñanza, distribuidos uno por cada municipio, Roatán, Santos Guardiola, Guanaja y Utila.

Asimismo, 13 colegios privados, de los cuales ocho están en Roatán y cinco en el resto de la isla, con una matrícula de 1,100 estudiantes entre públicos y privados. Escuelas primarias hay 30 en todo el departamento insular. En Roatán hay 17. En todas las modalidades de estudio hay unos 15, 800 estudiantes en los cuatro municipios.

El sistema sanitario de Islas de la Bahía tiene sus fallas, como en el resto del país. Roatán es el único municipio que tiene un hospital público, el cual carece de una buena infraestructura y de atención de primera calidad. También cuenta con dos centros de salud y varias clínicas privadas. Actualmente, en la cabecera insular se está construyendo un moderno hospital con apoyo de donaciones de organizaciones internacionales.

Foto: La Prensa

Roatán cuenta con una Casa de la Cultura, la única en Honduras que funciona con fondos de donantes privados. La entrada es gratis, así como la prestación de los libros.
Primer crucero que arriba al país

Roatán ha desarrollado su turismo sustancialmente en las últimas dos décadas. Fue en 1997 que dio inicio a ese vertiginoso crecimiento cuando arribó a la isla el primer crucero con turistas. Si bien es cierto fue una embarcación pequeña, comparada a las que atracan en la actualidad, fue el punto de partida para su desarrollo. En 1998 se suspendió la temporada crucerista debido al paso del huracán Mitch, reanudándose en el año 2000 con el arribo de un poco más de un millón de turistas a la isla.

Islas de la Bahía lo tiene todo. Roatán es la más reconocida a nivel mundial por su exhuberante belleza natural, sus arrecifes coralinos, infraestructura hotelera, turismo de aventura y hermosas playas de arena blanca. Roatán cuenta con 93 hoteles, 103 restaurantes, 42 tiendas de buceo, 50 operadores de turismo y 15 rentadoras de carros. La pandemia mantuvo en suspenso al 80% de los empleos de turismo en Islas de la Bahía.

Con la reapertura de las atracciones turísticas, hoteles, restaurantes y el transporte de visitantes por vías aérea y marítima, los isleños comienzan a recuperar su economía.

“La mayoría de los empleos no se perdieron, se han recuperado ahora que se ha vuelto abrir el turismo. Los hoteles suspendieron a sus trabajadores, no los despidieron”, informó Cinthia Solomon, presidenta de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh) de Islas de la Bahía.

Foto: La Prensa