25/04/2024
02:22 PM

Ernesto Muyshond: 'El Salvador debe priorizar relaciones con países amigos”

El exalcalde de San Salvador, considera que la preocupación de Honduras es “legítima” Salvadoreños corren el riesgo de perder salida al Pacífico.

    TEGUCIGALPA

    Empresarios y políticos de El Salvador, al igual que gran parte de hondureños, temen que China rompa la estabilidad y convierta a Centroamérica en una región hostil o en una catapulta geopolítica para amenazar a Estados Unidos una vez que tome control de una parte del territorio que, por medio de concesión, le otorgue el Gobierno de Nayib Bukele.

    La potencia asiática, la cual sabe cómo seducir porque les ha encontrado el lado flaco a algunos países latinoamericanos (regalando estadios, bibliotecas, infraestructura recreativa y obras monumentales), ha logrado persuadir a los gobiernos para que corten las relaciones diplomáticas con Taiwán, una nación que solo pide el reconocimiento de su independencia, y ha conseguido su adhesión al concepto de “una sola China”.

    3 claves de la relación
    El inicio de las relaciones. En agosto de 2018, el presidente Salvador Sánchez Cerén anunció el establecimiento de relaciones diplomáticas con China y la ruptura con Taiwán.
    La visita de Bukele. Nayib Bukele visitó China en diciembre de 2019 y firmó un acuerdo de cooperación ratificado el pasado 18 de mayo por la Asamblea.
    Zona económica. Bukele y el Gobierno chino desarrollarán una zona económica desde el puerto de La Libertad hasta el puerto de la Unión en el golfo de Fonseca.
    El Gobierno de Bukele, que después de suscribir el Convenio Marco para el Establecimiento del Mecanismo de Cooperación Bilateral de los Proyectos de Asistencia Económica y Técnica entre el Gobierno de la República Popular de China y el Gobierno de la República de El Salvador, espera que China invierta unos $23,000 millones en el desarrollo económico de un área de 2,8000 kilómetros entre el puerto de La Libertad y el de La Unión bajo un pacto desconocido por los salvadoreños.

    La creación de una zona económica en esa región, en la cual subyace el interés chino de controlar una parte de ese territorio, preocupa a los hondureños ante una eventual violación de la soberanía en el golfo de Fonseca.

    El empresario Ernesto Muyshondt, exalcalde de San Salvador, considera que la preocupación en el lado hondureño “es legítima” dado a que en torno a las negociaciones de Bukele con el régimen chino “no ha habido transparencia” y ponen en precario la relación “con los socios naturales de Centroamérica y Estados Unidos”.

    'Esto ha deteriorado las relaciones con estados unidos y puede traer consencuencias”: Ernesto Muyshond,
    exalcalde de San Salvador.
    “Es una preocupación legítima la que existe en el Gobierno y pueblo hondureño. Creo que es una preocupación que compartimos buena parte de los salvadoreños y que comparte el Gobierno de Estados Unidos. El Gobierno (de Bukele) debería priorizar las relaciones con nuestros socios naturales, con los países del istmo centroamericano y nuestros principales cooperantes, Estados Unidos, España. Estados Unidos es el principal socio comercial seguido por los países centroamericanos”, dijo Muyshondt en una entrevista con Diario LA PRENSA.

    Para Muyshondt, quien dirigió la alcaldía de la capital salvadoreña entre 2018 y 2021 tras ganar por medio de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), “es positivo fortalecer las relaciones con cualquier país del mundo siempre y cuando esas relaciones traigan beneficios para los países, beneficios comerciales, beneficios de cooperación, beneficios en cuanto a la infraestructura y generación de empleo”.

    ¿El salvador sin litoral en el Océano Pacífico, al menos durante los 30 años?

    Carlos López Contreras, excanciller

    Pero “vemos con preocupación que ese estrechamiento de relaciones sea a cambio de entregar parte de la soberanía del país, que pueda otorgarse esas concesiones por la vía de préstamos a nuestro país, préstamos que salgan caros, que no se puedan pagar”, dijo.

    Durante la entrevista citó como ejemplo a “otros países, como los africanos y asiáticos, que al no poder pagar sus deudas, han entregado su soberanía: puertos, aeropuertos y otra infraestructura. Ahora hay bases militares en varios de esos lugares”.

    “No quiero que eso pase en mi país. Por otro lado, muy bien está que se tenga relaciones diplomáticas y comerciales con China, que es la segunda economía más importante del mundo y el país que tiene el mayor número de habitantes, pero que no sea a costa del deterioro de las relaciones con Estados Unidos, que es lo que vemos con muchísima preocupación”.

    Soberanía
    A cambio de ayuda económica para la zona suroriente, Bukele tendrá que prestarle territorio a China
    Estados Unidos, durante 150 años, ha sido nuestro socio comercial, nuestro principal cooperante, pero, además, un país que alberga a más de tres millones de salvadoreños. Casi la tercera parte de nuestra población vive en Estados Unidos. Más del 20% de nuestro Producto Interno Bruto (PIB) corresponde a las remesas que mandan nuestros compatriotas en Estados Unidos”, dijo.

    El empresario lamenta que “por estrechar relaciones con China a cambio de “cosas desconocidas, perturben la relación de nuestro país con Estados Unidos y los países vecinos”.

    “Además, ha habido expresiones muy tristes de parte de diferentes miembros de nuestro Gobierno contra Estados Unidos que nosotros vemos con mucha preocupación. Aparte de los retrocesos espectaculares de la democracia y la institucionalidad de nuestro país que ha habido recientemente con esta nueva legislatura y los atropellos que ha causado la falta de transparencia y la desbordante corrupción en este Gobierno, han venido a deteriorar las relaciones con el Gobierno de Estados Unidos que pueden traer consecuencias nefastas para nuestro país, para los salvadoreños que vivimos aquí y fuera de nuestro país”.

    “Que no vengan con lo que pasó en Costa Rica”, dijo.

    Bukele, quien cumple este mes dos años de estar en el poder, goza de la simpatía de más del 90% de los salvadoreños, según sondeos del Centro de Investigaciones Estudios Sociales y Económicos de Centro América (CIESCA).

    Hasta ahora no ha tenido críticas frontales sobre la relación con China más allá de las expresadas por la clase empresarial y políticos.

    Jorge J. Daboub, expresidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), cuestionó en Twitter al Gobierno porque no cree que con China salga adelante el país. “¿Con más endeudamiento? ¿Corrupción? ¿Gasto público? ¿Persecución política? ¿Militarización? ¿Políticas públicas fracasadas?

    ¿Sin transparencia? ¿Sin los EE UU? ¿Con los chinos? Pobrecito El Salvador”, dijo.

    Primer paso

    Desde Honduras, el excanciller Carlos López Contreras le advierte a los salvadoreños que el “posicionamiento de la República Popular de China parece representar un primer paso geoestratégico” que a la postre los podría dejar hasta sin salida al océano Pacífico en la región donde pretenden desarrollar la zona económica.

    “¿Podría el tratado secreto que acaban de aprobar en la Asamblea Nacional convertir a El Salvador, nuestro vecino, también en un país sin litoral en el océano Pacífico, al menos durante los 30 años que duraría la zona económica especial en favor de China?, plantea López Contreras.

    Además de la preocupación natural que tiene Honduras, para el exrepresentante en La Haya, “sería de interés conocer cómo se conjuga esta zona económica con el sistema de la integración centroamericana. Qué reacción tendrán México, Japón, Estados Unidos de América y la Unión Europea frente a este nuevo escenario de nuestra subregión”.

    Estima que “ vale la pena indagar qué piensa el Gobierno de Nicaragua sobre este tratado, pues en el pasado hemos visto que ha sido muy celoso de la cesión del territorio centroamericano a potencias extrarregionales.¿Podría producirse una especie de tratado Bryan-Chamorro, al revés donde Nicaragua demandará a El Salvador? Posible, pero improbable, a la luz de sus propios compromisos aprobados en el marco del sonado canal inter-oceánico”.