22/04/2024
10:20 AM

Contagios, muertes y condiciones precarias priman en hospitales psiquiátricos de Honduras

Los hospitales psiquiátricos están operando casi con 'las uñas' en medio de la pandemia que sufre el país por el COVID-19.

San Pedro Sula, Cortés.

A más de siete meses de la pandemia del COVID-19 en Honduras, el ingreso hospitalario de pacientes psiquiátricos ha aumentado debido a los efectos del virus y las restricciones de confinamiento a las que la población fue orillada por parte de las autoridades de Gobierno desde mediados de marzo.

Muchos hondureños afectados en su salud mental han sobrellevado el problema desde su casa, pero esto tiene un límite y cuando ya no pueden más, deciden ir a un hospital psiquiátrico para recibir una adecuada asistencia médica, la cual en la mayor parte de los casos no se aplica debido al poco presupuesto e interés.

En Honduras existen tres hospitales psiquiátricos dependientes de la Secretaría de Salud: Mario Mendoza y Santa Rosita, ubicados en el departamento de Francisco Morazán, mientras que el de San Juan de Dios se sitúa en el departamento de Cortés.

La pandemia del COVID-19 ha llegado a todos los rincones del país, incluso a los hospitales psiquiátricos, donde se ha reportado una significativa cantidad de contagios entre empleados y pacientes.

LA PRENSA conoció que entre los hospitales psiquiátricos del país se reportaron hasta el 22 de octubre más de 140 personas contagiadas de COVID-19 desde el inicio de la pandemia.

Foto: La Prensa

Sindicalista Mario Rojas
Mario Rojas, presidente de los hospitales psiquiátricos en Honduras, manifestó que la pandemia vino a desnudar la difícil situación que por años han atravesado dichos centros en el país debido a que 'no forman parte de la agenda de la Secretaría de Salud'.

'No brindan el equipo de protección personal suficiente, hay que comprar el material por nuestra cuenta si queremos protegernos, solo en el hospital Santa Rosita hay más de 40 empleados contagiados, pero las autoridades no quieren que se haga público', denunció el sindicalista.

Rojas aseguró que los empleados hacen turno de 24 horas para no tener tanto contacto entre sí, al tiempo que señaló que únicamente les dan tres mascarillas quirúrgicas y una KN95 cada ocho días.

En cuanto a la cifra de muertes, aseguró que hasta el 22 de octubre se reportaron cuatro personas muertas por COVID-19, dos de ellos del hospital Mario Mendoza (un empleado de informática y un auxiliar de enfermería) y dos del hospital Santa Rosita (un médico y un colaborador del departamento de bodega de materiales).

'En el hospital Santa Rosita las instalaciones físicas están en buen estado, pero se ha olvidado la correcta atención al paciente, mientras que en el Mario Mendoza sí hay problemas de infraestructura, por lo que ambos deben ser mejorados debido a los más de 40 años de estar operando en el país', añadió.

Foto: La Prensa

Doctora América Chirinos
Por su parte, la directora del hospital Mario Mendoza, América Chirinos, adujo que en su centro se les está dotando de todo lo esencial tanto a su personal como a los pacientes, al tiempo que aceptó que desde el inicio de la pandemia hasta el 22 de octubre hubo unos 40 empleados contagiados de COVID-19, pero aclaró que 'ellos no se enfermaron del virus en nuestro hospital, sino afuera, ya que muchos trabajan en otros centros asistenciales que son de primera línea'.

El hospital Mario Mendoza cuenta con 240 empleados de esta rama: 35 especialistas, ocho de guardia, 67 enfermeras auxiliares, 18 licenciadas en enfermería y cinco médicos generales.

Solo en consulta externa atienden entre 300 a 400 pacientes diarios, en emergencias entre 40 a 50 pacientes al día y en las diferentes salas hay ingresados al menos 34 mujeres y 45 hombres.

Chirinos afirmó a LA PRENSA que el hospital Mario Mendoza cuenta con todos los medicamentos requeridos, al igual que con la cancelación al día de todos los salarios. El presupuesto anual de operatividad de este centro supera los 120 millones de lempiras.

Foto: La Prensa

Poco o casi nada de mantenimiento se le da a la infraestructura del hospital Mario Mendoza.
Las patologías básicas de los pacientes que llegaban antes de la pandemia eran depresión y trastorno bipolar, pero ya con la emergencia sanitaria asisten sobre todo por ansiedad y ataques de pánico.

Las atenciones anuales de este hospital en emergencias rondan las 8,000 y entre las diferentes salas con pacientes ingresados ascienden a al menos 1,200.

El hospital Mario Mendoza es el que está en peores condiciones de los hospitales psiquiátricos en el país.
'Las condiciones generales en el Mario Mendoza no están al 100%, pero hemos venido mejorándolas con el pasar del tiempo, y somos conscientes de la necesidad en el aspecto de infraestructura. Reitero, en cuanto al equipo de protección personal no nos ha hecho falta, y con relación al transporte del personal, este servicio se paralizó desde el 19 de octubre, ya que no es obligación nuestra, pues durante varios meses los apoyamos y destinamos los recursos de otras cosas para eso, pero ya no podemos seguir', concluyó.

Foto: La Prensa

Doctor Marvin Macedo
Marvin Antonio Macedo, director del hospital Santa Rosita, informó que actualmente albergan a 170 pacientes, y que muchos han llegado durante la emergencia por depresión, ansiedad, problemas bipolares y por adicción a las drogas.

Contrario a lo dicho por algunos trabajadores de estos hospitales, Macedo aseguró que jamás han tenido problemas con los medicamentos, 'siempre ha existido una respuesta para los pacientes, hemos tenido vigente el apoyo de los últimos gobiernos. Tenemos todo lo esencial, pero no en abundancia porque esto de la pandemia ya es un problema nacional y mundial', puntualizó.

'El personal de Salud ha estado activo con las pruebas, de las 300 que se han hecho, 40 empleados de nuestro hospital resultaron contagiados, pero son asintomáticos, y al menos nueve pacientes, pero ya todos están aislados', aseguró.

El hospital Santa Rosita cuenta con unos 300 empleados en los tres turnos: en la mañana asisten ocho psiquiatras, siete médicos generales, más los residentes y de servicio social, odontólogos y el departamento de Microbiología.

En la jornada de la tarde hay tres psiquiatras, un médico general, un residente y un internista, mientras que en la noche normalmente hay ocho psiquiatras o residentes que configuran un orden rotatorio. En tanto, enfermeras auxiliares hay al menos 78, más las de servicio social, y 26 licenciadas en enfermería.

Foto: La Prensa

Los hospitales psiquiátricos necesitan una atención urgente por parte de la Secretaría de Salud. Fotografía Andro Rodríguez
El presupuesto de operatividad de este hospital anda en 148 millones de lempiras al año, pero el 80% de este se destina a sueldos y salarios.

El director del hospital San Juan de Dios, psicólogo Gudiel Sánchez, señaló también que el centro está funcionando bajo las medidas de bioseguridad.

'Aquí no se ha reportado ninguna persona contagiada, aunque tenemos un plan definido por si llegase a pasar. La Secretaría de Salud nos ha dotado del equipo que se requiere al igual que con medicamentos', aseveró.

El San Juan de Dios brinda servicios ambulatorios, atendiendo hasta unos 80 pacientes al día y tiene a 50 personas trabajando. El presupuesto con el que opera año con año este hospital psiquiátrico es de es de 28 millones de lempiras.

Operando sin condiciones idóneas

Empleados permanentes del hospital Mario Mendoza recordaron que aún les deben salarios y que los licenciados en enfermería que están por contrato tampoco han recibido el sueldo en su totalidad.

Lo mismo ocurre con unos 15 empleados de todos los que gozan de un bono de 4,000 lempiras que se les da en el mes de septiembre de cada año.

También demandaron más personal a las autoridades de la Secretaría de Salud, sobre todo en el área de enfermería y administración.

Los sanitarios del Mario Mendoza están en mal estado, muchos de los internos deben halar un balde de agua para despedir sus heces, algunas camas no están en óptimas condiciones y varias partes de los techos de las diferentes salas están dañadas.

Foto: La Prensa

De todos, el hospital Santa Rosita estaría experimentando la mayor cantidad de contagios a la fecha. Fotografía Andro Rodríguez
Betina Hernández, coordinadora de la Defensoría de Personas con Discapacidad del Conadeh, manifestó que periódicamente supervisan los centros psiquiátricos para verificar el cumplimiento de los derechos y en algunos casos es a raíz de denuncias por parte de familiares de pacientes.

'En el Santa Rosita hemos tenido una mejoría significativa y ahora los espacios son más agradables, lo que sucede en muchos casos es que el presupuesto para la salud mental en el país no llega ni al 2%', apuntó.

Las denuncias que el Conadeh recibe habitualmente es la falta de atención en los hospitales psiquiátricos, y durante la emergencia sanitaria hubo problemas con los sindicalistas porque no dejaban ingresar a pacientes a dichos centros por temor al contagio de COVID-19.

'Sí hemos identificado en estos centros que no hay equipo de bioseguridad suficiente, no cuentan con pruebas requeridas y toca autofinanciarse. Otra dificultad es que siguen llegando pacientes judicializados con un período de tiempo indefinido y a veces sin tener una completa evaluación médica', dijo.

Foto: La Prensa

Psicóloga Carolina Padilla
Carolina Padilla, especialista y referente en salud mental dentro de la Secretaría de Salud, comentó que la entidad como tal hizo una estrategia desde que comenzó la pandemia a través de equipos conformados por médicos, trabajadores sociales, psiquiatras, psicólogos y otros.

'Operamos a través de la telemedicina atendiendo casos de estrés, ansiedad, tristeza y preocupación. Dentro de la red tenemos profesionales que pertenecen a los hospitales psiquiátricos, y cuando se presentan casos de adicción o agresividad los referimos a estos centros. Durante la pandemia ya se han enviado casos a los centros psiquiátricos del país, los psicólogos y psiquiatras conformamos un equipo de apoyo con seguimientos de terapias, un abordaje especializado y farmacológico', expresó.

Foto: La Prensa

Respuesta de atención por parte de Sesal para personas afectadas mentalmente durante la pandemia del COVID-19.