A más de siete meses de la pandemia del COVID-19 en Honduras, el ingreso hospitalario de pacientes psiquiátricos ha aumentado debido a los efectos del virus y las restricciones de confinamiento a las que la población fue orillada por parte de las autoridades de Gobierno desde mediados de marzo.
Muchos hondureños afectados en su salud mental han sobrellevado el problema desde su casa, pero esto tiene un límite y cuando ya no pueden más, deciden ir a un hospital psiquiátrico para recibir una adecuada asistencia médica, la cual en la mayor parte de los casos no se aplica debido al poco presupuesto e interés.
En Honduras existen tres hospitales psiquiátricos dependientes de la Secretaría de Salud: Mario Mendoza y Santa Rosita, ubicados en el departamento de Francisco Morazán, mientras que el de San Juan de Dios se sitúa en el departamento de Cortés.
LA PRENSA conoció que entre los hospitales psiquiátricos del país se reportaron hasta el 22 de octubre más de 140 personas contagiadas de COVID-19 desde el inicio de la pandemia.
Sindicalista Mario Rojas
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'No brindan el equipo de protección personal suficiente, hay que comprar el material por nuestra cuenta si queremos protegernos, solo en el hospital Santa Rosita hay más de 40 empleados contagiados, pero las autoridades no quieren que se haga público', denunció el sindicalista.
Rojas aseguró que los empleados hacen turno de 24 horas para no tener tanto contacto entre sí, al tiempo que señaló que únicamente les dan tres mascarillas quirúrgicas y una KN95 cada ocho días.
'En el hospital Santa Rosita las instalaciones físicas están en buen estado, pero se ha olvidado la correcta atención al paciente, mientras que en el Mario Mendoza sí hay problemas de infraestructura, por lo que ambos deben ser mejorados debido a los más de 40 años de estar operando en el país', añadió.
Doctora América Chirinos
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El hospital Mario Mendoza cuenta con 240 empleados de esta rama: 35 especialistas, ocho de guardia, 67 enfermeras auxiliares, 18 licenciadas en enfermería y cinco médicos generales.
Solo en consulta externa atienden entre 300 a 400 pacientes diarios, en emergencias entre 40 a 50 pacientes al día y en las diferentes salas hay ingresados al menos 34 mujeres y 45 hombres.
Chirinos afirmó a LA PRENSA que el hospital Mario Mendoza cuenta con todos los medicamentos requeridos, al igual que con la cancelación al día de todos los salarios. El presupuesto anual de operatividad de este centro supera los 120 millones de lempiras.
Poco o casi nada de mantenimiento se le da a la infraestructura del hospital Mario Mendoza.
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Las atenciones anuales de este hospital en emergencias rondan las 8,000 y entre las diferentes salas con pacientes ingresados ascienden a al menos 1,200.
El hospital Mario Mendoza es el que está en peores condiciones de los hospitales psiquiátricos en el país.
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Doctor Marvin Macedo
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Contrario a lo dicho por algunos trabajadores de estos hospitales, Macedo aseguró que jamás han tenido problemas con los medicamentos, 'siempre ha existido una respuesta para los pacientes, hemos tenido vigente el apoyo de los últimos gobiernos. Tenemos todo lo esencial, pero no en abundancia porque esto de la pandemia ya es un problema nacional y mundial', puntualizó.
'El personal de Salud ha estado activo con las pruebas, de las 300 que se han hecho, 40 empleados de nuestro hospital resultaron contagiados, pero son asintomáticos, y al menos nueve pacientes, pero ya todos están aislados', aseguró.
El hospital Santa Rosita cuenta con unos 300 empleados en los tres turnos: en la mañana asisten ocho psiquiatras, siete médicos generales, más los residentes y de servicio social, odontólogos y el departamento de Microbiología.
En la jornada de la tarde hay tres psiquiatras, un médico general, un residente y un internista, mientras que en la noche normalmente hay ocho psiquiatras o residentes que configuran un orden rotatorio. En tanto, enfermeras auxiliares hay al menos 78, más las de servicio social, y 26 licenciadas en enfermería.
Los hospitales psiquiátricos necesitan una atención urgente por parte de la Secretaría de Salud. Fotografía Andro Rodríguez
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El director del hospital San Juan de Dios, psicólogo Gudiel Sánchez, señaló también que el centro está funcionando bajo las medidas de bioseguridad.
'Aquí no se ha reportado ninguna persona contagiada, aunque tenemos un plan definido por si llegase a pasar. La Secretaría de Salud nos ha dotado del equipo que se requiere al igual que con medicamentos', aseveró.
El San Juan de Dios brinda servicios ambulatorios, atendiendo hasta unos 80 pacientes al día y tiene a 50 personas trabajando. El presupuesto con el que opera año con año este hospital psiquiátrico es de es de 28 millones de lempiras.
Operando sin condiciones idóneas
Empleados permanentes del hospital Mario Mendoza recordaron que aún les deben salarios y que los licenciados en enfermería que están por contrato tampoco han recibido el sueldo en su totalidad.Lo mismo ocurre con unos 15 empleados de todos los que gozan de un bono de 4,000 lempiras que se les da en el mes de septiembre de cada año.
También demandaron más personal a las autoridades de la Secretaría de Salud, sobre todo en el área de enfermería y administración.
Los sanitarios del Mario Mendoza están en mal estado, muchos de los internos deben halar un balde de agua para despedir sus heces, algunas camas no están en óptimas condiciones y varias partes de los techos de las diferentes salas están dañadas.
De todos, el hospital Santa Rosita estaría experimentando la mayor cantidad de contagios a la fecha. Fotografía Andro Rodríguez
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'En el Santa Rosita hemos tenido una mejoría significativa y ahora los espacios son más agradables, lo que sucede en muchos casos es que el presupuesto para la salud mental en el país no llega ni al 2%', apuntó.
Las denuncias que el Conadeh recibe habitualmente es la falta de atención en los hospitales psiquiátricos, y durante la emergencia sanitaria hubo problemas con los sindicalistas porque no dejaban ingresar a pacientes a dichos centros por temor al contagio de COVID-19.
Psicóloga Carolina Padilla
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Respuesta de atención por parte de Sesal para personas afectadas mentalmente durante la pandemia del COVID-19.
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