19/04/2024
12:32 AM

Microcréditos impulsan a los emprendedores de las zonas rurales

Agricultores y pequeños empresarios que no tienen acceso a los bancos tocan las puertas en cooperativas y microfinancieras para obtener créditos.

El planón, Las Vegas.

Mientras observa una pequeña porqueriza, una parcela de plátanos y una “despulpadora ecológica de café”, José Leonel Escobar (de 37 años) asegura que “cualquiera puede salir de la pobreza” si le conceden un crédito, lo invierte y “administra bien el dinero”.

“Pienso que soy un ejemplo de crecimiento para las personas que creen que es imposible llegar a tener algo en la vida”, dice este hombre que llegó hasta el sexto grado.

Cuando tenía 23 años de edad, Escobar solamente era dueño de una manzana de tierra que su padre le heredó, alquilaba una casa y todos los días tenía que trabajar como jornalero para obtener dinero y sufragar los gastos diarios.

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Pero un día pensó que “solicitando un préstamo” podía crecer económicamente porque cultivaría verduras en la parcela heredada y las vendería en las ferias del agricultor.“Entonces, hace unos 13 años, llegué a la oficina de la financiera Odef en Villanueva a solicitar un préstamo. Los amigos de Odef me dieron L3,000 y ahora me prestan en la oficina de Peña Blanca hasta de L200,000”, dice.

CONSEJOS
1-Presentar ideas o productos en eventos Los emprendedores rurales que deseen desarrollar nuevos proyectos o introducir sus productos en el mercado deben participar en eventos como los desarrollados por Cemprende para lograr asesorías, contactos e insertarse en un ecosistema de crecimiento.

Con los créditos, tal como lo pensó, se dedicó a cultivar verduras y comercializarlas en las ferias del agricultor que todas las semanas realizan en Villanueva, San Pedro Sula y Choloma.

Paulatinamente, con paciencia y perseverancia, en diez años compró tres carros, tres manzanas y media de tierra en El Planón, construyó una vivienda y adquirió un terreno de 11 manzanas cerca de El Cajón, donde en una parte tiene una plantación de plátano y en otra cinco cabezas de ganado.

“He comprado todo con préstamos. Todo lo que tengo es gracias a Odef. La gente tiene miedo a los préstamos, pero no hay que tener miedo. Si uno trabaja desde la madrugada y no se come las ganancias, puede crecer. En la zona rural tenemos la ventaja que no se gasta mucho como en las ciudades”, dice.

Foto: La Prensa

“Con un préstamo que nos dio una cooperativa estamos produciendo”: Carlos Armando Martínez,
emprendedor
Ahora, cerca de su casa, tiene operando una máquina despulpadora de café que le costó L300,000. La adquirió luego que la Odef Financiera le concediera un préstamo de L200,000 con fondos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

Con el último financiamiento se transformó en un pequeño empresario rural que ofrece el despulpado a productores de café de unas seis aldeas.

“Esta es una máquina ecológica porque gasta poca agua. En estos días que comienza el corte estamos moliendo desde las dos de la tarde hasta las diez de la noche. Cuando la cosecha esté fuerte, será desde las seis de la mañana hasta las doce de la noche”, dice.

“Si una persona obtiene un préstamo y lo administra bien, puede crecer”: Nelson Castro,
jefe de agencia de Odef
Escobar es propietario de tres manzanas de café; sin embargo, para él, “el mejor negocio es la despulpadora” porque “los productores tienen la necesidad”.

Unos 300 caficultores de esta zona, con fincas situadas arriba de más de 1,100 metros sobre el nivel del mar, utilizan la máquina de Escobar porque evitan pagar mano de obra, ahorran tiempo y no gastan agua.

“Si una persona despulpa 500 latas de café y lo lava al siguiente día, debe tener de dos a cuatro trabajadores. Con la máquina yo le cobro L3,00 por lata despulpada. Aquí el café ya sale lavado y listo para llevarlo a la bodega”, dice.

Carlos Armando Martínez y su esposa Dinora Castellanos cultivan cacao en la aldea Nueva Esperanza, Santa Cruz de Yojoa, y producen Chocolates La Joya del Lago.
Escobar espera saldar el préstamo en los próximos meses y solicitar un nuevo financiamiento para comprar otra despulpadora dado que con una máquina no logra atender a todos los productores de café que demandan sus servicios.

Este empresario rural, casado con Glendy Liset Reyes, es padre de cinco hijos (el mayor tiene 16 años) a los cuales desea enviar a la universidad a “aprender administración de empresas” para que continúen multiplicando los bienes.

Apoyo

El BCIE , con dinero de la Unión Europea y el Gobierno de Alemania, canaliza capital a través de la Red de Microfinancieras de Honduras ( Redmicroh) a emprendedores como Escobar.

Nelson Castro, jefe de la agencia de Odef Financiera en Peña Blanca, confirma que esa institución seguirá apoyando a Escobar porque “a lo largo del tiempo ha demostrado que es una persona responsable”.

“En las zonas rurales la palabra vale. Cuando alguien se compromete a pagar cumple. Aquí las personas no se endeudan mucho por consumo, lo hacen por inversión. En las ciudades es diferente, las personas se endeudan más por consumo y caen en la central de riesgo.

Nosotros hemos dado créditos de L500, L1,000 a personas que no califican en los bancos y han logrado crecer”, explica.

“Los emprendedores rurales tienen oportunidad de vender en las ciudades”:Pedro Marcial Cerrato,
director ejecutivo Cemprende
A unos cinco kilómetros de Escobar, en la aldea Nueva Esperanza, Santa Cruz de Yojoa, Carlos Armando Martínez (de 43) está procesando el cacao que cosecha en una finca que inició hace tres años con un préstamo que obtuvo en la Cooperativa Agrícola Cafetalera San Antonio Limitada ( Coagricsal) con sede en La Entrada, Copán.

Martínez está transformando los primeros frutos cosechados (en una finca de cinco manzanas) en pasta para chocobanano, pasta de horchata, pinol y chocolate en barra con la marca Chocolates La Joya del Lago.

En El Planón, Las Vegas, José Leonel Escobar quiere instalar otra máquina despulpadora.
“Estamos vendiendo en el mercado nacional. Hemos mandado pinol y barras de chocolate a España y Estados Unidos. Tiene aceptación porque es artesanal y orgánico”, dice.En la producción de Chocolates La Joya del Lago, Dinora Castellanos (de 38), esposa de Martínez, desempeña un papel fundamental, pues es quien procesa artesanalmente la materia prima. “A nosotros nos gustaría crecer y llegar a gran parte del mercado nacional y extranjero”, dice Castellanos.

Mientras su hija Yohana Francisca Martínez (de 19) recibe capacitaciones de especialistas extranjeros para mejorar los procesos de transformación con el objetivo de la alcanzar la competitividad en el mercado.

La oenegé Cemprende organiza encuentros para promover el empredimiento y la innovación.
Para Pedro Marcial Cerrato, director ejecutivo de la Comunidad de Emprendedores (C emprende), los agricultores deben convertirse en emprendedores para crecer y afrontar los momentos de crisis.

“Deben buscar el valor agregado convirtiendo la materia prima, por ejemplo, no hay que vender la yuca, hay que convertirla en casabe. Si una persona produce frijoles, puede procesarlos y venderlos en bolsitas para ganar más dinero. Hacia ahí deben orientarse los emprendedores rurales”, dice.

En Gracias, Lempira, el año anterior, Cemprende realizó el primer encuentro de innovación y emprendimiento EYE para promover la creación de empresas en áreas rurales.“En ese evento conocí a un muchacho de San Sebastián, Lempira, que ahora vende su chile habanero en todo el país porque encontró un aliado logístico que se llama Zompopo”, dice.

Foto: La Prensa

Cómo lograr un capital: Eduardo Enrique Posadas, experto

La mayoría de los emprendedores que conozco quisieran encontrar inversión para su negocio y no préstamos del sistema financiero nacional por obvias razones: no poseer un bien sobre el cual solicitarlo, estar en la bendita central de riesgo o los altos intereses. Encontrar inversión para su empresa equivale a encontrar un socio, alguien a quien abrirle las puertas de su constitución mercantil, y eso para mi sorpresa detiene la mayoría de las posibles operaciones de inversión al menos en nuestro país.

Podríamos achacarlo a nuestra cultura de la desconfianza o del deseo del control total sobre lo que forjamos; pero ciertamente lo más difícil es encontrar a alguien que confíe en nuestro negocio y especialmente en nosotros como personas.

Actualmente se están sumando empresarios al movimiento de inversionistas ángeles iniciado por el reconocido empresario Roger Valladares. Este movimiento ofrece la posibilidad de inversión ángel a las personas con ideas innovadoras y factibles para el mercado. En el Centro de Innovación UTH Avanza nos ha tocado darles seguimiento a estos emprendedores y hemos notado que cada vez más estamos rompiendo los paradigmas de vernos constituidos solamente como comerciantes individuales o en sociedades únicamente familiares.

Entre nuestros jóvenes estudiantes cada vez más hay apertura al iniciar su empresa en sociedad con otros jóvenes que no necesariamente han sido familiares o amigos. Para el caso, 6 de cada 10 propuestas de negocios a apoyar en nuestro centro ya son en sociedad. Asimismo, el criterio de selección de estos equipos va cada vez más en el sentido de la complementariedad, pues ya son entre jóvenes de diferentes carreras en 7 de cada 10 casos. ¿Cómo se da esto? Los eventos sobre emprendimiento son las claves y cada vez son más en el país. Les entusiasma conocer a otros no solo con fines de socializar, sino de ensayar con ellos la ejecución de ideas, es el resultado. Que estas ideas se conviertan en prósperos negocios está por verse.

Foto: La Prensa