Diferencia entre el amor sano y la obsesión por tener pareja

Muchas de las carencias que tenemos en nuestra afectividad parten de los modelos de crianza, y estos pueden desembocar en una personalidad futura obsesivo-compulsiva.

  • 23 sep 2020

SAN PEDRO SULA.

«Un amor obsesivo nace de la carencia de uno mismo que se necesita completar», dice Elisa García, psicóloga especializada en trauma y dependencia emocional. Por eso, cuando identificamos a una persona que busca constantemente el amor no debemos pensar que no sabe estar en soledad, sino que no encuentra algo en sí mismo y necesita rellenarlo con algo externo a él.

Y esto no solo se debe aplicar al amor, también al trabajo o a la comida. Estas personalidades tan dependientes Elisa García las define como «personas con carencias propias» que buscan completar algo interno con los demás: «No es que no sepan estar solos pero les da mucho miedo experimentar la falta de algo que no tienen, por eso ese amor siempre se va a basar en la dependencia».

Personalidad obsesivo-compulsiva

Pero partamos de la base: ¿un obsesivo en el amor nace o se hace? Como en la mayoría, este trastorno se crea poco a poco y parte de la infancia. Explica la psicóloga Elisa García, del centro psiológico El Prado Psicólogos, que muchas de las carencias que tenemos en nuestra afectividad parten de los modelos de crianza, «de cómo hemos sido criados en el afecto». «No es un 100%, porque siempre hay excepciones, pero los estudios dicen que hay una correlación de cómo han sido conmigo en la infancia y de cómo se han comportado en el terreno afectivo en la edad adulta, y hay muchas probabilidades de que lo desarrolle de la misma forma», cuenta la experta.

Normalmente, tal como indica Elisa García, este tipo de personas, si son conscientes de la obsesión que tienen, tienden a sufrir mucho porque se meten en relaciones con una fuerte dependencia y eso les genera mucho sufrimiento. «Cuando ya existe un sufrimiento y la persona ha intentado mejorar las cosas por su propia cuenta o desde su propio entender y no lo consigue, debería acudir a un profesional», aconseja. «Necesitan entender primeramente por qué tienen esta dificultad en amar de forma sana, de dónde parten estas carencias y por qué no consiguen estar bien solos».

Este tipo de personas, según dice la psicóloga, están con otras por necesidad, porque no se sienten completas estando en soledad, y al final las dinámicas que se generan no son del todo sanas porque van desde el déficit de una de las partes de la relación. «Ellos tienen el pensamiento de que no están bien en soledad y creen que otra persona puede complementar sus carencias», indica.

«Hablaba hace tiempo con un paciente y me contaba que cuando está solo se siente más libre. Yo, en cambio, pienso que cuando estás bien con alguien, el otro te ayuda a crecer y te sientes más en libertad que nunca», confiesa la psicóloga. «Cuando en una relación hay libertad de decisión y otro tipo de independencias, se mantiene el equilibrio. Sientes que estás en una relación que te hace bien. En cambio, cuando dejas de sentirte independiente y tienes la sensación de sentirte invadido por el otro o tu estado emocional depende de tu pareja, empiezas a ver que algo no está funcionando bien y no se está construyendo sobre cimientos sanos», concluye Elisa García.