¿Quieres saber cómo se consigue la felicidad?

Alcanzar la felicidad no es una utopía, sin embargo, el querer permanecer siempre en ella, sí.

  • 02 sep 2020

SAN PEDRO SULA.

La felicidad es un estado emocional donde la persona se siente plenamente satisfecha en cuanto al goce de sus deseos y el disfrute de las cosas que hace. Una sensación individual que es conseguida gracias a unos niveles mínimos o aceptables de bienestar y que vienen determinados por la vivencia general que los individuos tienen de sus estados emocionales.

Pero, ¿es la felicidad un estado permanente?, ¿se puede vivir siempre feliz?, ¿es en realidad la felicidad una utopía?, la psicóloga Ciara Molina lo tiene claro: 'hay que ser realistas y, nos guste aceptarlo o no, no se puede estar en un estado de felicidad permanente', explica en una entrevista con Efe Estilo.

'Estamos en un mundo donde la felicidad es lo más buscado, se ha puesto de moda', asegura la psicóloga, unas expectativas recibidas a través de diversos factores externos que, si no son alcanzados, 'nos entristecemos y presionamos al no conseguirlos, cuando realmente, es normal y necesario sentir todas las emociones, incluso aquellas que no nos gustan tanto'.

'Es importante tener claro que la vida no es una línea recta', puesto que las situaciones y obstáculos a los que hay que hacer frente 'pueden alejarnos de la felicidad, aunque no significa que no podamos volver a alcanzarla'.

La felicidad, algo personal.
El hecho de que los medios de comunicación, las redes sociales, los productos de consumo, la publicidad y la presión/aceptación social sean factores que están totalmente introducidos en la vida diaria de cualquier persona ha supuesto que 'cuando conseguimos algún logro, nuestra mente ya está enfocada en el siguiente objetivo y, de esta manera, nunca quedamos satisfechos'.

'La felicidad la marcan las necesidades y deseos que tengamos en ese momento, ahora se trata de buscar la paz interior para sentir el equilibrio, mientras que en otras épocas era más importante el orgullo, el respeto y el nombre para sentirse valorado y feliz', comenta Molina.

Ya lo dijo Sócrates, 'el secreto de la felicidad no se encuentra en la búsqueda de más, sino en el desarrollo de la capacidad para disfrutar de menos'. Un pensamiento que nada tiene que ver con el inconformismo actual, puesto que 'tendemos a centrarnos demasiado en lo que consideramos que nos falta y se nos dificulta poner atención en lo que somos, sentimos y pensamos en nuestro día a día', explica Ciara Molina.

'La felicidad se consigue en momentos puntuales de la vida, mientras que el bienestar psicológico y emocional es un estado de ánimo que te lleva a disfrutar de los pequeños y grandes placeres, pero también a afrontar las dificultades de una manera práctica y realista'

Según la psicóloga, 'a medida que vamos poniendo de nuestra parte para alcanzar lo que queremos nos iremos sintiendo bien con nosotros mismos y ese será el verdadero motor para coger fuerza y confianza hasta alcanzar nuestras metas'.

El guiarse por las conductas impulsivas y ser incapaces de dejar de hacer algo que se desea, 'hace que la mente no aprenda porque no se le está dando el suficiente tiempo para interiorizar lo que sucede y, por tanto, no se es consciente de hacia dónde puede llevar esa falta de control'.

Foto: La Prensa

Sin embargo, Molina también explica que 'no toda impulsividad es mala', ya que según la psicóloga, esta conducta 'es un mecanismo de defensa que evita el que la persona se pare a reflexionar sobre los aspectos y motivaciones de su comportamiento y , por tanto, frente a las emociones que estos le generan'.

Por otro lado, la directora técnica de Clínicas Origen, Pilar Conde, explica que 'al igual que no hay un solo tipo de amor, no hay un solo tipo de felicidad' porque cada uno experimenta, a lo largo del día, una suma de diferentes estados emocionales.

'Si conseguimos que la balanza se incline hacia sensaciones positivas como alegría, esperanza, orgullo, ilusión o motivación, estaremos muy cerca de definirnos como en una situación de felicidad', explica Conde.

Lo más buscado y perseguido del siglo XXI: la felicidad
Y para que esta balanza se incline hacia el lado positivo, la directora técnica, Pilar Conde y la psicóloga, Ciara Molina, proponen una serie de 'sencillos hábitos para una vida más feliz':

Tener un buen concepto de uno mismo: el ser conscientes de que nuestro bienestar no depende de terceras persona, si no que somos nosotros mismos los únicos capaces de construir la felicidad individual, supone una tranquilidad interior. Llevar un estilo de vida saludable, cuidar la alimentación, el sueño y el deporte, también son factores muy determinantes.

Crear pocas expectativas y a corto plazo: se ganará confianza si la probabilidad de lograr la meta sea alcanzable. Abandonar antes de tiempo porque siempre hay otra cosa a la que darle prioridad produce un colapso mental, por lo que si sabemos que poniéndole demasiadas tareas al consciente éste se agobia, lo que haremos es coger una sola y concentrarnos en ella.

Responsabilizarse de los estados emocionales: el bienestar emocional aumentará si se tiene el control sobre uno mismo y se asume que siempre tendremos el poder sobre cómo queremos vivirlo y cómo queremos reaccionar.

Superar las frustraciones: la frustración guarda una relación directa con la autoestima, por lo que asumirlas, cambiarlas, no perder el control, ser paciente y perseverante y mantener la calma son factores que ayudan a mantener una actitud positiva que sirva de motor de impulso. Para crecer hay que aprender, y los errores y fracasos son dos aspectos de nuestra vida que nos ayudan a aprender.

Las relaciones sociales/familiares/sentimentales: somos seres sociales y como tales, necesitamos nutrirnos de los demás para sentirnos bien. La necesidad social se mantendrá el resto de nuestra vida y las relaciones con las personas que queremos son un excelente termómetro donde tomar la temperatura afectiva y social con la que contamos.

Centra la atención en tu presente: vivir en el presente permite tomar conciencia de las experiencias vividas por uno mismo. Pensar demasiado en el pasado o en el futuro suele generar emociones de tristeza y ansiedad. Elige pasar tu tiempo con aquellas personas con las que te sientes bien y con las que te diviertes.

Tener hobbies y objetivos que motiven: dedicar tiempo a aquello que nos hace sentir realizados y motivados, aporta bienestar, ya que rompe la rutina, concentra la mente en un objetivo sin pensar en nada más y desarrolla la capacidad perceptiva.

Tomar decisiones: es fundamental responsabilizarse de la determinación de nuestros actos. Buscar factores satisfactorios a la hora de tomar una decisión, ayuda a alcanzar un grado de felicidad pleno. Por otro lado, enfrentarse a los miedos también te hace sentir seguro de ti mismo y fortalece la autoestima.

La felicidad se consigue en momentos puntuales de la vida, mientras que el bienestar psicológico y emocional es un estado de ánimo donde la persona afronta las diferentes vicisitudes de la vida, 'una actitud optimista que te lleva a disfrutar de los pequeños y grandes placeres, pero también a afrontar las dificultades de una manera práctica y realista', asegura Ciara Molina.

'Una persona con bienestar emocional no es aquella que no tiene problemas, sino la que ha sabido encontrar y mantener un equilibrio entre sus deseos y la realidad que se le presenta, entre sus capacidades y los objetivos que quiere conseguir, entre lo que es su mundo externo y su mundo interno', siendo este bienestar el que nos aportará una felicidad más duradera.