El efecto de la vasectomía en la vida sexual

Estudio afirma que esta intervención da también placenteros beneficios para la mujer

  • 05 nov 2018

La vasectomía se realiza sobre los canales que permiten que los espermatozoides se muevan desde los testículos hacia las estructuras que conducen a la uretra.

La operación interrumpe el paso de los espermatozoides por este conducto, un tubo muscular que impulsa el esperma hacia el exterior. Se mantiene el funcionamiento sexual y se continúa eyaculando de la misma forma, tan solo se ve reducido en apenas un 10% el flujo que contiene los espermatozoides.

Se hizo un estudio con objeto de evaluar el efecto de la vasectomía en la vida sexual de las parejas. El doctor Badereddin Mohamad Al-Al lo lideró.

El estudio se hizo con 76 parejas con una edad media de 37 años en las mujeres y 39 años en los hombres, que previamente llenaron una serie de cuestionarios basados en el índice internacional de función eréctil para los hombres y el índice de función sexual, para las mujeres.

La mayoría habían utilizado la píldora anticonceptiva para prevenir embarazos. Los resultados revelaron que de las 76 parejas, el 93% de los varones volvería a hacerse la vasectomía y el 96% de sus parejas femeninas la recomiendan porque tuvieron una mejora significativa del deseo, el orgasmo, lubricación y la satisfacción sexual, evidenciando el impacto positivo de la vasectomía en la vida sexual.

Tipos de vasectomía que se realizan:
* Vasectomía normal. Se realiza con anestesia local y es la más común. Carece de riesgos, ya que es muy sencilla (pequeñas incisiones en el escroto para poder “ligar” los conductos deferentes).

* Vasectomía sin bisturí. Técnica creada por un grupo de doctores chinos que consigue realizar una mínima punción en la bolsa escrotal para apresar el conducto deferente mediante instrumental especial creado específicamente para esta técnica. No existen puntos ni tampoco sutura, consiguiendo por tanto una recuperación muy corta.

* Vasectomía sin bisturí ni pinchazos. Es la técnica más reciente y está desarrollada en Estados Unidos a principios del siglo XXI. Esta avanzada operación utiliza instrumentación que inyecta anestesia con aire comprimido para atravesar la piel y alcanzar únicamente la zona de trabajo, que se ligará sin bisturí.