A veces regañar es querer

Los hombres con una esposa muy regañona suelen ser más sanos, así lo revela un reciente estudio sobre parejas

San Pedro Sula, Honduras

En la mayoría de las reuniones entre amigos nunca falta uno que se vive quejando de que “no aguanta a su mujer” por ser “muy enojada o regañona”. Si bien todos los extremos son malos, al parecer el ser muy exigente con el esposo puede ser a la larga un beneficio para ellos, en especial en su salud. Tanto es así que pueden evitarles el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes.

Dato
Para llegar a esa conclusión, los investigadores analizaron los resultados de encuestas de 1,228 parejas casadas a lo largo de cinco años. Al final, 389 de ellos desarrollaron diabetes.

Así lo confimó una reciente indagación sobre este tema liderado por Hui Liu, una de los investigadores principales del estudio publicado en The National Institute of Child Health and Human Development. “El estudio desafía la suposición tradicional de que una mala calidad de vida marital siempre va en detrimento de la salud. A veces regañar es querer”.

Los hombres con una esposa regañona son más sanos, ¿por qué razón? Ellas suelen estar más al pendiente de sus controles médicos. Gracias a este tipo de atención sobre ellos “puede retrasar el desarrollo de la diabetes y promover un tratamiento exitoso una vez que se enferman”.

La mayoría de ellas no son regañonas por gusto, sino por necesidad. Las responsabilidades de la casa y los hijos casi siempre recaen sobre ellas y cuando el hombre realiza algo lo hace para ‘ayudarla’, y eso después de que ella le pide y regaña para que haga, cuando en realidad debería tratarse de una responsabilidad compartida.