Psicólogos definen los celos como un sentimiento de malestar causado por la certeza, la sospecha o el temor de que la persona querida, a quien se desea en exclusiva, prefiera y vuelque su afecto en una tercera persona.
Quienes sufren episodios de celos experimentan un miedo intenso a perder a la pareja, un profundo temor a quedarse solos afectivamente, vergüenza y una pérdida del sentimiento de exclusividad sexual, así como una incertidumbre ante el futuro.
Expertos coinciden en que ser celoso revela inestabilidad emocional y la confusión del amor con posesión.
¿Cómo reconocer los celos patológicos?
-Son de una intensidad desproporcionada
-El sufrimiento experimentado es grande e interfiere en la vida cotidiana
-No hay una causa real que los desencadene.
-Hay una reacción irracional por quien los padece, quien pierde el control
¿Cuándo sí sospechar?
Hay acciones pequeñas, como ocultar información, mentir o coquetear de manera directa con otros en redes sociales, que pueden afectar la relación de pareja.
A estos actos se les llama microinfidelidades y, en algunos casos, pueden llevar a una infidelidad real.
Si las has detectado en tu relación:Habla con tu pareja y recuerden o establezcan límites. Dejen en claro qué es lo que cada uno considera infidelidad. Recuerda que poner las cartas sobre la mesa no es sinónimo de ataque ni pelea; promuevan el diálogo y sean sinceros. No ocultes lo que realmente quieres; a veces se cede a los deseos de la otra persona solo para mantener la relación.
¿Qué hacer?
Es muy importante que ambos estén conscientes de que uno no es dueño del otro. Aprende a identificar qué cuestiones no dependen de ti, cuáles no tienen que ver contigo ni son tu culpa. La terapia de pareja puede ayudar en ese proceso. Voltea a verte a ti mismo, sé sincero contigo y con tu pareja sobre lo que se da en la relación y a lo que se aspira.