¿Descubre qué tan celoso eres?

Descubre si los celos que sueles sentir son patológicos o están dentro del rango normal

  • 13 jul 2018

Es normal que de vez en cuando sientas celos. Suelen aparecer cuando percibes amenazada una relación afectiva y, a veces, te puede ayudar a aclarar las cosas. Sin embargo, si se presentan con frecuencia y sin justificación puede tratarse más de un problema de celopatía, es decir, de celos patológicos.

Psicólogos definen los celos como un sentimiento de malestar causado por la certeza, la sospecha o el temor de que la persona querida, a quien se desea en exclusiva, prefiera y vuelque su afecto en una tercera persona.

Quienes sufren episodios de celos experimentan un miedo intenso a perder a la pareja, un profundo temor a quedarse solos afectivamente, vergüenza y una pérdida del sentimiento de exclusividad sexual, así como una incertidumbre ante el futuro.

Expertos coinciden en que ser celoso revela inestabilidad emocional y la confusión del amor con posesión.


¿Cómo reconocer los celos patológicos?
-Son de una intensidad desproporcionada
-El sufrimiento experimentado es grande e interfiere en la vida cotidiana
-No hay una causa real que los desencadene.
-Hay una reacción irracional por quien los padece, quien pierde el control

¿Cuándo sí sospechar?
Hay acciones pequeñas, como ocultar información, mentir o coquetear de manera directa con otros en redes sociales, que pueden afectar la relación de pareja.

A estos actos se les llama microinfidelidades y, en algunos casos, pueden llevar a una infidelidad real.
Si las has detectado en tu relación:Habla con tu pareja y recuerden o establezcan límites. Dejen en claro qué es lo que cada uno considera infidelidad. Recuerda que poner las cartas sobre la mesa no es sinónimo de ataque ni pelea; promuevan el diálogo y sean sinceros. No ocultes lo que realmente quieres; a veces se cede a los deseos de la otra persona solo para mantener la relación.

¿Qué hacer?
Es muy importante que ambos estén conscientes de que uno no es dueño del otro. Aprende a identificar qué cuestiones no dependen de ti, cuáles no tienen que ver contigo ni son tu culpa. La terapia de pareja puede ayudar en ese proceso. Voltea a verte a ti mismo, sé sincero contigo y con tu pareja sobre lo que se da en la relación y a lo que se aspira.