Las 9 bases para un buen matrimonio

Mantener la autonomía y fortaleza de la pareja son solo algunas de las tareas psicológicas

  • 30 dic 2017

Las relaciones perfectas no existen. Se requiere voluntad y compromiso para trabajar a diario en la solidez de un matrimonio.

No solo el amor es necesario, el arma secreta de los matrimonios duraderos es sin duda, la comunicación.
Con el paso de los años una pareja llega a compenetrarse tanto que se llegan a conocer muy bien.
Adquieren incluso sus mismos gestos y hasta hábitos. El llegar a conocerse con sus defectos y virtudes, es importante para poder superar cualquier adversidad.

La American Psychological Association ha revelado el resultado que las investigaciones sobre lo que hace funcionar a un matrimonio demuestran que las personas con un buen matrimonio han realizado las siguientes “tareas” psicológicas.

1. Separarse emocionalmente de la familia en la que crecieron, no al punto del distanciamiento, pero lo suficiente para que su identidad sea distinta de la de sus padres y hermanos.

2. Desarrollar la unión en base a una intimidad e identidad compartida, y establecer simultáneamente límites para proteger la autonomía de cada miembro de la pareja.

3. Establecer una relación sexual plena y placentera y protegerla de las intromisiones del lugar de trabajo y las obligaciones familiares.

4. Para las parejas que tienen hijos, asumir el gran rol de la paternidad y absorber el impacto de la llegada de un bebé. Aprender a seguir trabajando para proteger la privacidad como pareja.

5. Enfrentar y dominar las crisis inevitables de la vida. Mantener la fortaleza del vínculo conyugal ante la adversidad.

6. El matrimonio debe ser un refugio seguro en el que la pareja sea capaz de expresar sus diferencias, enojos y conflictos.

7. Usar el humor y la risa para mantener las cosas en perspectiva y evitar el aburrimiento y el aislamiento.

8. Nutrir la relación y apoyarse mutuamente, satisfaciendo las necesidades de cada cónyuge en cuanto a la dependencia y ofreciendo aliento y apoyo continuo.

9. Mantener vivas las primeras imágenes idealizadas y románticas de cuando se enamoraron, al tiempo que se enfrenta la realidad tal cual es, y a los cambios causados por el tiempo.