El caso de Estados Unidos es sorprendente. Superó los 330,000 fallecidos y casi colapsa su capacidad hospitalaria, convertido así en el país con más muertos por la pandemia. También tiene en su haber otro récord: 248,000 contagios en 24 horas, un repunte que no podrá ser frenado pese al inicio temprano de la campaña de vacunación masiva.
El último informe señala que la región ha registrado casi 33 millones de casos por el covid-19, desde el inicio de la emergencia, es decir, casi la mitad de todos los contagios en el mundo que esta semana superaron los 79 millones. Solo Latinoamérica pasó de los 14.8 millones de casos y más de 489,000 decesos por el virus. Y aunque hay esperanza con la vacunación, los expertos han pedido paciencia y realismo, porque el virus estará rondándonos durante algún tiempo, y el mensaje general es de “no relajar las medidas” sanitarias y, por supuesto, atender las lecciones aprendidas en un año que nos ha cambiado la vida.
Además, es importante comenzar a fortalecer la educación sobre los beneficios de las vacunas porque también hay enorme preocupación en el mundo por la reticencia de mucha gente a vacunarse, sobre todo en Latinoamérica. Esa actitud antivacunas, la pobreza, las malas condiciones de vida y el acceso restringido a la atención médica aumentan el riesgo de seguir batallando con el virus por mucho más tiempo.
En Honduras, terminamos 2020 con los sistemas de registro del covid-19 afectados por el desplazamiento de la población impactada por la devastación de los huracanes Eta y Iota, catástrofes que empeoraron la emergencia sanitaria al dejar más vulnerables a las familias damnificadas que acudieron a los refugios.
Las cifras oficiales señalan que el país rebasó esta semana los 119,000 contagios y acumuló 3,060 fallecidos por coronavirus, bajo la alerta de entrar al nuevo año amenazados con un nuevo rebrote. El balance de fallecidos por covid-19 en el mundo supera el 1,750,000, una cifra que fue aumentando tras los primeros brotes en China, justo el 31 de diciembre de 2019. Desde entonces nuestra vida comenzó a cambiar y ciertamente sabremos cuánto ha cambiado el mundo hasta que entremos en la pospandemia, dejando atrás estos días oscuros.