Las propuestas electorales específicas

El electorado reclama no solo que ofrezcan acciones y hechos puntuales que hagan factible una mejora en sus vidas y destinos, tanto de ellos como de sus descendientes.

En la actual campaña electoral, como ha ocurrido en anteriores, la gran mayoría de aspirantes a cargos de elección popular se limitan a prometer cielos y tierras, con sabor y olor demagógicos, generalidades etéreas, a sabiendas de que no poseen la debida preparación y capacidad para transformarlas en realidades concretas.

El electorado reclama no solo que ofrezcan acciones y hechos puntuales que hagan factible una mejora en sus vidas y destinos, tanto de ellos como de sus descendientes.

Han sido manipulados y engañados en tantas ocasiones que su comprensible escepticismo ha dejado de confiar en cantos de sirena que conducen al naufragio individual y colectivo.

Los compatriotas jóvenes aspiran a tener acceso a educación pública de calidad en todos sus niveles, con superación académica y económica, igualdad de oportunidades para ambos sexos, sin discriminaciones basadas en género, en tanto, los que han alcanzado la tercera y cuarta edad a recibir pensiones y jubilaciones que permitan sobrellevar los últimos años de sus existencias con montos adecuados que posibiliten llevar una vida exenta de privaciones y limitantes que obligan el verse forzados a la caridad y compasión de sus semejantes.

Los adultos, por su parte, reclaman empleo debidamente remunerado que contrarreste las alzas en el costo de la canasta básica cuando menos, en ambientes de seguridad y paz, liberados de amenazas y acechanzas.

Las y los campesinos a tener acceso a la tierra, a la dotación de insumos y herramientas, a precios justos por sus labores agrícolas, sin intermediarios que imponen precios arbitrarios a las cosechas.

Los empresarios, pequeños, medianos, grandes, a disponer de acceso al crédito con tasas de interés razonables no usurarias, con el abastecimiento de energía garantizado, sin excesivas trabas burocráticas que facilitan actos de corrupción por parte de funcionarios inescrupulosos. Poder ejercer las actividades comerciales, industriales, de servicios, sin enfrentar extorsiones ni chantajes.

Los dedicados al transporte de pasajeros y carga, a transitar sus unidades en caminos y carreteras con el debido mantenimiento que ni retrase sus desplazamientos ni dañe sus vehículos por el deterioro de la infraestructura vial.

Y todos a un sistema democrático incluyente y participativo, sin extremismos ideológico-políticos, que violentan los distintos derechos humanos.

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