17/09/2024
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Familia, pandemia y salud mental

  • 05 julio 2020 /

Sin duda que el confinamiento al que hemos estado sometidos está dejando huellas.

    Sin duda que el confinamiento al que hemos estado sometidos está dejando huellas no solo en la economía del país y de las familias, sino que también en la salud mental de cada uno de sus miembros. En principio, la situación se dio de manera francamente inesperada y, luego, se ha prolongado más allá de lo que la mayoría de la ciudadanía se imaginaba. Así, tanto los niños como los jóvenes y los adultos, han debido acomodarse a una dinámica cotidiana muy poco parecida a la ordinaria; lo que ha exigido un replanteamiento de horarios, tareas y actividades en general, que ha generado cierto estrés en cada uno de ellos.


    Para sobrellevar de mejor manera la cuarentena es fundamental que los padres de familia, por el hecho de ser los adultos en casa y, por lo mismo, lo que se espera posean un mayor nivel de madurez y de autodominio, organicen de tal manera la vida y la convivencia en el hogar, que permita reducir la ansiedad y los sentimientos de tristeza o frustración que puedan padecer los más jóvenes. Para ello deben echar mano de todo el optimismo posible y transmitir serenidad y paz, enfrentando los inconvenientes y contratiempos que se presenten con deportividad y sin dramatizar. Afecta mucho a niños y adolescentes ver a las figuras de autoridad, responsables de sembrar confianza y sentido de estabilidad, presas del nerviosismo, de miedo o de sentimientos negativos.


    Es cierto que el encierro también afecta a los adultos, pero, por edad y experiencia, cuentan con mayores recursos psíquicos y afectivos para gestionar sus emociones y saber manejarlas. Así, conviene que sean ellos los que definan unas rutinas saludables y promuevan actividades dentro del hogar que permitan dar salida a la presión acumulada y faciliten el día en día en casa.


    Los especialistas no han dejado de recomendar el establecimiento de un horario en el que se alternen trabajo, descanso, entretenimiento sano; y en el que se eviten largos períodos de ocio, que lleva al aburrimiento y al hastío a cualquiera. Una buena selección de programas televisivos, de películas y, por supuesto, de lecturas atractivas para cada edad, ayudan a hacer más llevadero el paso de los días. Luego, hay que dedicar tiempo a la actividad física.

    Independientemente del espacio con que se cuente, siempre se pueden encontrar maneras de ejercitarse, de sudar un poco y así lograr momentos de relajamiento bastante satisfactorios. Existe el peligro que se caiga en un sedentarismo nocivo que puede llegar a afectar también la salud física. Así que, padres de familia, hay que tomar la iniciativa, por el propio bien y por el de los que más queremos.