El que la Corporación Municipal sampedrana, presidida por el empresario Roberto Contreras, brinde cursos gratuitos de capacitación a compatriotas que desean superarse, independizarse y generar ingresos propios, merece divulgación, reconocimiento y congratulaciones, iniciativa que debe ser imitada por otras alcaldías del país.
Recientemente, más de 300 damas se han graduado tras finalizar las respectivas capacitaciones en diversas artesanías y manualidades, ya preparadas para hacerle frente a la vida con la adquisición de habilidades y destrezas que les serán altamente útiles y benéficas.
Ellas agradecen esta oportunidad que resulta un estímulo no solo para la generación de ingresos propios o complementarios a los de su pareja, sino también por reforzar su autoestima y confianza en sí mismas, al convertirse en sus propias patronas, con la posibilidad que, en el futuro cercano, puedan generar fuentes de empleo para otras mujeres, en un efecto multiplicador.
En La Ceiba, un admirable ejemplo de superación lo ofrece la joven madre garífuna Martha Alicia, quien en un momento difícil de su existencia optó por migrar a otro país, concluyendo que aquí y ahora, en su patria, podía salir adelante, lo que se hizo realidad merced a su participación en talleres de formación empresarial y liderazgo ofrecidos por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), que la dotaron de capital semilla, necesario para poder despegar en su proyecto de venta de vestidos.
Ella, con el auxilio de su hijita Suri, quien tras concluir su jornada escolar le colabora en su microempresa, es un ejemplo aleccionador de que “sí se puede” triunfar, a pesar de condiciones desfavorables, siempre y cuando se cuente con la suficiente y adecuada formación, motivación, disciplina, habilidades contables, iniciativa y optimismo ante momentos duros e inciertos. Algunos colegios de nivel medio, como el de Sonaguera, han fijado como requisito adicional de graduación para su alumnado, el fundar una microempresa, otro ejemplo de visión futurista, que, igualmente debe ser felicitado e imitado por otras instituciones de enseñanza secundaria. El poder contar con una profesión y un oficio abre nuevas posibilidades para poder triunfar en el cotidiano quehacer por la supervivencia existencial. Es totalmente factible realizar el sueño hondureño cuando se cuenta con personas e instituciones solidarias con las aspiraciones y sueños de sus compatriotas, sin verse obligadas (os) a marcharse, con destino incierto y riesgoso, hacia otras latitudes.
