25/03/2024
03:58 PM

El deber de votar

    La democracia, es cierto, tiende a desilusionar. Demasiados defectos quedan al desnudo cuando se abusa del sistema político que, si bien garantiza la libertad, le falla a la sociedad por culpa de instituciones que no cumplen con sus expectativas o cuando estas se corrompen en poder de malos ciudadanos. La última encuesta de CID Gallup, publicada por LA PRENSA, evidencia ese escepticismo, entre mayo y septiembre pasado, aumentó el porcentaje de quienes no tienen intención de ir a votar —pasó de 12 a 18%— y el 36% de los encuestados dijo no tener preferencia por algún candidato o no contestó cuando se les preguntó si ejercerá el sufragio el 28 de noviembre.

    En esa última encuesta, el 21% de los entrevistados cree que estas elecciones no generarán ningún cambio en el país y un 34% piensa que “será poco” lo que cambie, lo cual es el preludio a un alto abstencionismo, quizá mayor al de 2017 cuando fue de un 45% del electorado. Pero esos datos no parecen preocupar a los partidos políticos que, a pocos días de los comicios, no han mejorado sus campañas, hablan muy poco sobre las necesidades de los hondureños y aún no muestran propuestas que muevan a las urnas. Se conforman con ganar con el mínimo, aunque eso signifique hacerse de un gobierno débil.

    Y esos son indicadores claros del descontento de la población y de la pérdida de credibilidad en los políticos que no están esforzándose por convencer, ni a los indecisos ni a los jóvenes, sobre la necesidad de ejercer el derecho a elegir para robustecer la democracia.

    Dejar las decisiones sobre quien gobierna en manos de un bajo porcentaje de los votantes es síntoma de una democracia enferma, porque es precisamente ese voto electoral la herramienta más importante para consolidar este sistema basado en libertades, igualdad y respeto a los derechos humanos. “La democracia es el mejor sistema de los individuos para ser libres, es el estado más puro de una persona...”, recién declaró el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, un defensor de la democracia y feroz crítico de “los gobiernos autoritarios que les temen a sus pueblos y a la libertad, y terminan empobreciendo a su gente por varias generaciones”.

    A todos nos toca defender esa libertad de elegir, hacer que nuestro voto cuente participando en las elecciones, ejerciendo el sufragio sin presiones; inspirando a los más de 400,000 jóvenes que pueden votar por primera vez y tener decisión sobre lo que quieren para su país. A pesar de las crisis sanitaria y económica, y del desencanto por los políticos, hay que prepararnos para votar en paz y con conciencia ciudadana.