25/04/2024
08:13 AM

Desolados

    Otra tragedia de migrantes ha dejado llenos de inmenso dolor, amargura, arrepentimiento y tristeza a las familias que los vieron partir y a parientes y amigos que los esperaban al otro lado, en donde confiaban que les iba a cambiar su suerte. Esta última desgracia ha sido terrible, una infamia que debe disuadir a quienes planean tomar la llamada “ruta del tráiler” para llegar a Estados Unidos.

    Ese camión se convirtió en un ataúd para 53 migrantes abandonados cerca de la frontera mexicana, un macabro episodio ocurrido en la ciudad texana de San Antonio. “Estaban todos apiñados en el vehículo a una temperatura de unos 40 grados”, describieron las autoridades al informar de la dantesca escena. Según los reportes, viajaban 67 migrantes sin papeles en condiciones de hacinamiento y sin ventilación.

    De los fallecidos, 14 eran hondureños, la mayoría jóvenes con ganas de trabajar y algunos próximos a terminar sus estudios. Sus imágenes, historias y sus últimas horas nos tienen con un nudo en la garganta.

    La del “tráiler de la muerte” de San Antonio ha sido “el incidente de contrabando de personas más mortífero en la historia de Estados Unidos” pero, por desgracia, no ha sido el único. Según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), hay registros de al menos 6,430 migrantes que fallecieron o desaparecieron camino hacia Norteamérica desde 2014.

    En esa terrible cifra están las 60 víctimas mortales del accidente de un camión con migrantes en diciembre pasado en Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala. También los doce migrantes hallados sin vida en un tráiler abandonado en un estacionamiento en julio de 2017; mientras que, en mayo de 2003, otros 19 fallecieron en un remolque localizado en otra carretera de Texas. Y cómo olvidar la masacre de Tamaulipas cuando 72 migrantes fueron asesinados el 22 de agosto de 2010, una masacre perpetrada por sicarios de Los Zetas que exigían rescates.

    Los riesgos de muerte han ido en aumento cuando toda la región vive un flujo migratorio récord: más de 1.7 millones de indocumentados detectados en la frontera con México en 2021 y unos 77,600 solo entre enero a marzo pasado.

    Ese abrumador tráfico humano es el resultado de la poca claridad de los estadounidenses que usan el tema migratorio para fines políticos y de nuestros funcionarios que no han cumplido con reducir el estado de calamidad en el que han caído cientos de aldeas y municipios de donde salen desesperados los migrantes para echarle una mano a sus familias que ven en las remesas lo único que puede salvarlos. Cómo culparlos a ellos si hacen lo que pueden para sobrevivir en un país que ha perdido la sensibilidad y el pudor.