Quizá una de nuestras peores tragedias es la de creer que vamos a ser eternos en esta tierra, por eso nos da lo mismo hacer las cosas hoy que mañana.
Así vemos a estudiantes perder alegremente su tiempo durante el año y después, apurados, tratar de “prepararse” en las noches previas a los exámenes finales. Empleados que hacen su trabajo a medias y no desarrollan hábitos de trabajo que mejorarían sus ingresos.
Ejecutivos que posponen entrenarse, sin percatarse de que eso los haría eficaces y triunfadores. ¿Por qué ocurre esto? Porque el tiempo es engañoso, cada mañana contamos con 86,400 segundos, pero si no los utilizamos bien, los perdemos para siempre. ¿Y al día siguiente? Oh milagro, encontramos otros 86,400 segundos.
Mas llegará el día en que finalizará ese milagro, y su tiempo aquí habrá terminado. Para entender el valor de un año, hay que preguntarle a un estudiante que está repitiendo curso. Para entender el valor de un mes, hay que preguntarle a una madre que alumbró a un bebé prematuro.
Para entender el valor de una semana, hay que preguntarle al editor de un semanario. Para entender el valor de una hora, hay que preguntarles a los padres que esperan el resultado de la operación quirúrgica en su única hija. Para entender el valor de un minuto hay que preguntarle al viajero que perdió el avión.
Para entender el valor de un segundo, hay que preguntarle al hombre que se distrajo al manejar su auto y cayó al abismo. Para entender el valor de una milésima de segundo, habría que preguntarle al deportista que ganó una medalla de plata en las olimpiadas. La lección es clara.
Hay que tratar el tiempo como un tesoro. Hay que aprender a compartirlo con aquellos que amamos. Hay que hacer lo que debemos hacer para ser prósperos y felices. Hay que invertirlo en aquello lo suficientemente especial como para dedicarle nuestro tiempo. LO
NEGATIVO: Dejarnos engañar por contar cada mañana con el milagro de nuevos 86,400 segundos. No percibir que llegará el día en que ese milagro cesará.
LO POSITIVO: Darnos cuenta de que nuestro tiempo en esta vida está limitado. Utilizar cada segundo en ser felices y hacer aquello que haga felices a quienes nos rodean. Eso es lo que da realmente significado a nuestra vida.
