19/01/2025
03:43 AM

Una oposición patriótica a Donald Trump

Existe una sensación agobiante de descontento, presagios y aprensión.

Nada está seguro ni es sacrosanto en el equipo de gobierno que está integrando Donald Trump, y más le valdría a Estados Unidos empezar a alarmarse y movilizarse para oponerse activamente a él.

Ya pasó el momento de votar, pero ha surgido el tiempo de ser directos.

Hagamos el recuento:

Ha elegido a un hombre que es hostil hacia los inmigrantes y tiene una complicada _ por decirlo suavemente _ historia en cuanto a la raza, como para ser el fiscal general.

Ha elegido a un hombre que está en contra del aborto, a favor de darle carácter de persona al feto y es anti-Obamacare, para ser el secretario de salud y servicios humanos.

Ha elegido a un hombre que ha criticado las políticas de licencias con goce de sueldo y se opone al aumento del salario mínimo federal, para dirigir el Departamento del Trabajo.

Ha elegido a un negador del cambio climático y cruzado en contra de la regulación ambiental para que dirija al Departamento de Protección al Ambiente.

Foto: La Prensa



Ha seleccionado a un franco partidario de los vales escolares para encabezar al Departamento de Educación.

En cierta forma, Trump parece estar tratando de destruir a estas dependencias de adentro para afuera, en la forma en la que un gusano devora lentamente a una manzana.

Más aún, está metiendo en estos empleos a personas que le han dado dinero en efectivo. Según The Washington Post:

“El presidente electo Donald Trump ha aprovechado ahora a seis grandes donadores y recaudadores de fondos para que trabajen en su gobierno, con lo que tiene una alineación con una concentración sin precedente de partidarios acaudalados para los puestos de alta jerarquía. Junto con sus familias, los designados dieron a Trump 11.6 millones de dólares para apoyar su postulación presidencial, a los supercomités de acción política y al Comité Nacional Republicano, según un análisis que hizo el Washington de los documentos federales de la campaña”.

La defensa de Trump: “¡Quiero gente que hizo una fortuna!”.

Y, justo cuando la CIA está aseverando que Rusia se inmiscuyó en nuestras elecciones, específicamente, para socorrer a este bobo, surgieron informes de que es probable que Trump escoja al director ejecutivo de Exxon, quien tiene vínculos cercanos con Vladimir Putin, como secretario de Estado. Papi dólares de guerra está empecinado en apaciguar a la Madre Rusia.

¿Todavía no se enojan? Sí. ¡Qué bueno!

Y tienen que entender esto: no son los únicos; ni siquiera están en la minoría.

En un informe del Centro de Investigación Pew que se publicó la semana pasada, se concluye:

“Trump también recibe bajas calificaciones por sus primeras selecciones para el gabinete y otros nombramientos de alto nivel. En proporción de 51 por ciento a 40 por ciento, son más los que dicen que desaprueban que los que aprueban las selecciones y nombramientos que ha hecho Trump para el gabinete, hasta ahora. En comparación, mayorías aprobaron las selecciones que hicieron” los últimos cuatro presidentes electos. “De hecho, las calificaciones de la aprobación para las opciones de Trump para el gabinete son 18 puntos más bajas que las del siguiente presidente electo con bajas calificaciones”.

Más todavía, dice el informe:

“Solo 37 por ciento de la población ve a Trump como bien calificado; 32 por ciento del electorado empadronado describió a Trump como bien calificado en octubre. Las mayorías siguen describiendo a Trump como temerario (65 por ciento) y que tiene mal criterio (62 por ciento), mientras que 68 por ciento dijo que es ‘difícil que te caiga bien’”.

Desde las elecciones he oído a más personas de las que puedo contar expresar su temor y ansiedad en cuanto a Trump y el futuro de Estados Unidos. Existe una sensación agobiante de descontento, presagios y aprensión.

Sé que se puede sentir que todos nos estamos ahogando en un diluvio de indignaciones agravantes, donde cada titular sobre este gobierno inminente parece aventajar al anterior, pero ¡ánimo!

Es posible que estén en el lado perdedor de las elecciones de este año, pero están en el lado correcto de la historia. En el conteo final, la valentía siempre derrotará al miedo; el amor siempre conquistará al odio; la diversidad hermosa de Estados Unidos y, en efecto, de toda la humanidad, siempre eclipsará a la oscuridad de la enemistad racial.

Por esta razón es que escribo, para recordarle a la gente sobre el honor y la valentía; para decirle que su causa no está perdida, que su destino es la victoria.

Quizá estoy confinado por mi oficio, bombeando polémicas que, es mi gran esperanza, ayudan a endurecer la fuerza de voluntad y levantar el espíritu de quienes están determinados a mirar fijamente a la amenaza. El idioma, en esa forma, contiene la posibilidad de la trascendencia y la conscripción. Una de las primeras y más esenciales formas de movilizar en torno a una causa es establecer su marco moral.

En una carta de 1780, escrita a un compañero revolucionario que estaba considerando “retirarse a la vida privada”, el acérrimo abolicionista Samuel Adams _ un hombre que se oponía en forma contundente a la esclavitud y, por tanto, uno de mis fundadores favoritos _ escribió:

“Si alguna vez se llegara el Momento en el que Hombres vanos y ambiciosos posean los más altos Cargos del Gobierno, nuestro País estará en Necesidad de sus Patriotas experimentados para prevenir su Ruina. Puede haber más Peligro de esto, del que pueden imaginar algunos, incluso nuestros ciudadanos bien dispuestos. Si el Pueblo ha de otorgarle su Sufragio a los Hombres, solo porque concibe que han sido amigos del país, sin la Consideración necesaria por la Calificación para los sitios que han de ocupar, la Administración del Gobierno se convertirá en una mera farsa y nuestros asuntos nunca serán colocados en una Posición de una Seguridad sólida”.

No hay ninguna otra época a la que esto se le podría aplicar más perfectamente que la presenta. Este no es el momento para el “retiro” de los “patriotas experimentados”. Un hombre “vano y ambicioso” posee ahora el puesto más elevado en el gobierno y la administración del gobierno está en el borde de convertirse en una farsa.

Estados Unidos te necesita … ahora. Expresa tu opinión.

© New York Times News Service