12/01/2025
07:58 PM

Un partido con el espíritu de Cabañas

Renán Martínez

En medio de la avalancha de precandidaturas presidenciales que escasamente generan esperanzas en el pueblo de que el próximo gobierno logre erradicar los grandes problemas de Honduras, como la corrupción, la impunidad y la pobreza, surge el Partido Naranja de Honduras (Panah), con la propuesta de gobernar con el espíritu de honradez del general José Trinidad Cabañas.

El partido, recién inscrito en el Consejo Nacional Electoral, no podrá participar en las elecciones internas, pero está listo para hacerlo en los comicios generales del próximo año, aunque todavía no tiene a su candidato presidencial porque los organizadores de la naciente institución política lo están buscando con lupa. Aducen que la selección es minuciosa porque el aspirante debe contar con los requisitos de honestidad y capacidad que tenía “el caballero sin tacha y sin miedo”, quien no quiso aceptar una pensión del Congreso después de terminar su período gubernamental, aunque estaba en la pobreza.

El nombre del partido no deriva de la fruta cítrica, sino de la economía naranja, como se llama a todas aquellas actividades que, además de tener un beneficio económico, buscan fomentar el desarrollo de la cultura y la creatividad, en este caso, de los hondureños. Significa más inversión, más innovación, más empleo y mayor apoyo para el emprendimiento de los jóvenes.

Los dirigentes del Panah dicen ser conscientes de que a lo largo y ancho del país existen hombres y mujeres con verdadero liderazgo, dispuestos a empuñar la bandera de la honestidad y las competencias requeridas por ese partido, cuyas puertas están abiertas para todos los que quieran entrar con paso firme en la transformación de Honduras. En definitiva, el partido busca mejorar a Honduras bajo los parámetros de la honestidad y la justicia, sin ningún tipo de ideologías, ni de derecha ni de izquierda.

Siendo así las cosas, no cabe duda de que a estos políticos de nuevo cuño les espera la dura tarea de convencer, especialmente a los jóvenes, de que sus propuestas son legítimas y no palabras huecas, como las que usan los politiqueros para encantar a los electores con el único fin de alcanzar el poder. Pero si no lograran ganar en los próximos comicios electorales, qué bueno sería que por lo menos sembraran la semilla de la honestidad en el campo político para que dé fruto en futuros gobiernos.