24/04/2024
01:30 PM

La medicina: ¿vocación, ciencia o negocio?

Francisco Gómez Villela

Del latín mederi que significa curar, medicar. Considerada la profesión más humana, la de mayor integridad.

Su ejercicio en esta pandemia lastimosamente ha desnudado el negocio que representa. Ya era un buen negocio, ahora superó cualquier expectativa. Profesionales de la medicina, instituciones de salud, laboratorios, farmacéuticas, distribuidoras de equipos médicos, han sido los grandes favorecidos en esta desgracia.

Aquí se ha evidenciado la deshumanización y la mezquindad de la industria de la salud que ha sobrevalorado precios, sin miramientos, sin piedad.

La profesión compasiva por antonomasia es historia. Algunos profesionales se han lucrado haciendo cobros excesivos por servicios médicos a pacientes afectados por el virus. Se han dado casos de cobros desmedidos, inclusive a colegas, violentando el código de ética de la profesión y deshonrando los sacrificios de muchos de ellos que han fallecido de manera honorable, entregándose en cuerpo y alma, en el servicio de esta pandemia.

Esta situación reunía todos los requisitos para que las personas se unieran sin distingos, pero no fue así. Estamos más desunidos, la brecha social es más grande, y la ignorancia nos tiene más confrontados, llevando desinformación y dudas a los débiles de carácter sobre conspiraciones, el 5G, y vacunas encriptadas. La “naturaleza humana” al desnudo, cada quien defendiendo su criterio mientras alrededor mueren por miles.

La codicia ganó, no tuvo misericordia ni piedad, el sonido del metálico embelesó y se encarecieron los costos, aumentaron los precios, y le negaron la salud a muchas personas que no podían acceder por falta de dinero.

La prueba más dolorosa de esta desigualdad social lo constituyó el acaparamiento de las vacunas por los países ricos. Sin remordimientos, sin compasión, sin solidaridad. La ley de la selva, la supervivencia de la manada, como animales.

Se comprende que los negocios deben generar ganancias y las profesiones ser remuneradas, pero hay momentos en la historia que la solidaridad debe manifestarse. La oportunidad de elevar nuestro nivel de conciencia en esta catástrofe que fue limitada por estas actitudes desprovistas de toda sensibilidad.

Esto ha sido un río revuelto que muchos han aprovechado en demasía. Se estima que los gastos en salud en la pandemia en los 10 países más ricos del mundo andan por los 7.2 billones de dólares. Buen río para pescar con red.

La medicina ya no es vocación. Ya no es ciencia. Es otro negocio más que se rinde al sonido de las monedas, dejando atrás el impulso inicial de curar cuerpos enfermos y consolar corazones afligidos.