24/04/2024
11:04 PM

Hablemos de los zurdos

Renán Martínez

Hace no mucho tiempo, a los niños zurdos los forzaban en la escuela a poner a trabajar su mano derecha contraviniendo así los designios de la naturaleza. El maestro le ataba el brazo izquierdo por la espalda, de tal manera que el alumno no tuviera más alternativa que usar su diestra para escribir, dibujar o realizar cualquier otra actividad manual.

Afortunadamente esta práctica aberrante desapareció con el advenimiento de la modernización pedagógica y la promulgación de los Derechos del Niño.

Los criterios absurdos sobre la condición de los zurdos provienen de civilizaciones pretéritas cuando se daba un sesgo de parcialidad en favor de los diestros. Platón asociaba a la derecha con el bien y a la izquierda con el mal, y antes que él, Pitágoras sostenía que en la derecha estaban la masculinidad, la luz, la bondad..., y, en la izquierda, la feminidad, la oscuridad y la maldad.

No obstante, ser zurdo tenía gran ventaja en el combate cuerpo a cuerpo, como actualmente sucede en el boxeo y otros deportes. Los combatientes diestros generalmente esperan enfrentarse a un oponente igualmente diestro, pero los “ñurdos” les aplican el elemento sorpresa.

Existe una controversia sobre si los zurdos son más creativos e inteligentes que los diestros o viceversa, pero ninguna de las dos argumentaciones ha sido comprobada, aunque por allí dicen observadores, con cierta dosis de humor, que al menos en la política los zurdos son más sagaces. Tal afirmación se basa en que de los últimos presidentes de Estados Unidos cuatro usaron perfectamente la mano izquierda para firmar acuerdos que han definido los destinos del mundo. Son ellos, Gerald Ford, Ronald Reagan, George H. Bush, Bill Clinton y Barack Obama.

Pero, hay algo muy obvio para destacar en este asunto: el pensamiento ideológico de estos exmandatarios o de cualquier otro líder, no radica en ninguno de los hemisferios del cerebro, como sucede con la condición física de diestros e izquierdos. La izquierda y derecha ideológicas son pensamientos opuestos que se asocian, la primera al cambio político y social de un país y la segunda al status quo y el capitalismo.

En el caso de Honduras el gobierno de Xiomara Castro se define como socialdemócrata lo que equivale a una izquierda que surge de la voluntad del pueblo. Sin embargo, nueve meses después de iniciada la gestación gubernamental no se ven cambios sustanciales de bienestar social. Ni se escuchan propuestas esperanzadoras, solo una letanía plañidera por lo que ya pasó, e insultos entre los cabecillas de una alianza que se formó con el único propósito de llegar al poder.