El mes de diciembre, el mes “alegre” de derroche de cualquier tipo de consumo de bebidas, en especial las alcohólicas, y los tradicionales alimentos de los tamales y sándwiches de pollo y cerdo. Pues según datos del consumo de bebidas alcohólicas los aproximan en millones de litros, e igual de todo tipo de alimentos que los calculan en toneladas.
De acuerdo con datos estadísticos de algunas instituciones en Honduras, un país con una población de 9,300,000 habitantes, consumen para esta fecha navideña un promedio de 90 millones, solamente de cervezas, un aproximado de 10 cervezas por boca Y cada persona multiplica su consumo alimenticio, en especial en todo tipo de carnes y donde el pollo y el cerdo son los más consumidos en esta semana del 24 al 31 de diciembre. Las manzanas y las uvas hasta se aborrecen. Y en enero vuelve el consumo tradicional de las naranjas y los bananos. La mayoría de la población aumenta de peso. Diciembre, el mes de mayor circulante de dinero y, por eso, el mes “regalón” se convierte en comerciante y consumidor, donde las ofertas y promociones de cualquier tipo de productos llenan los hogares y la publicidad te suena las “campanitas” navideñas con todo tipo de música y colores. Mientras el San Nicolás “publicista” se ríe de los nietecitos y nietecitas.
Y llega el mes de enero el más “largo”, triste y grosero. Aunque sea recibido con besos, abrazos y deseos.
Y de nuevo a vivir la realidad y olvidarse de las bebiatas y comilonas de la “alegre” Navidad, que tardará 12 meses en regresar y vale que el Día de Reyes no se celebra, pues la mayoría de la población se quedó sin incienso, mirra y plata en un país llamado Honduras.
