18/04/2024
11:24 AM

Con más prudencia

  • 02 octubre 2022 /

El escenario mundial actual plantea una serie de desafíos para los países en desarrollo, especialmente por su vulnerabilidad ante decisiones y acciones en las que tiene muy poca o ninguna injerencia, pero sin duda, una gran exposición.

Por ejemplo, en el caso de Honduras, la contracción del consumo en Estados Unidos se traduce en una menor demanda de algunos artículos, como la ropa y, en consecuencia, en la necesidad de reducir operaciones de empresas manufactureras de ese rubro que se asientan en el país.

El resultado es el cierre de empleos. Las empresas viven y crecen de los mercados que atienden, eso hay que comprenderlo. Si no hay mercado, no hay empresa.

Por otra parte, el conflicto entre Rusia y Ucrania parece seguir su escalada, que para el mundo tiene impactos que poco a poco se mueven desde lo social, por los refugiados en condiciones de guerra; lo económico, por las sanciones impuestas a Rusia en aspectos financieros y comerciales, así como por el cierre de exportaciones de gas ruso a Europa; hasta lo geopolítico, de cara a un enfrentamiento mayor.

El presidente de Ucrania, Volodomir Zelensky ha pedido ya el ingreso urgente de su país a la OTAN. La respuesta que se derive de esta solicitud puede cambiar drásticamente el panorama mundial para el futuro inmediato.

Mientras eso sucede, habrá que esperar los resultados de un duro invierno europeo, sin su principal proveedor de gas. Esto tendrá un impacto en la vida del continente, así como en su producción. Hace poco más de un mes, las noticias internacionales nos daban a conocer las declaraciones del presidente de Francia, Emmanuel Macron, luego de las vacaciones de verano.

“Estamos viviendo el fin de la abundancia, de la liquidez sin coste” señaló, refiriéndose a los desafíos que aborda su país. Eso nos señala lo que se prevé. Tenemos un escenario internacional muy complejo, en el que nuestra participación directa de país es prácticamente nula, pero cuyas repercusiones se harán sentir.

Es indispensable que el Estado genere estrategias que permitan a Honduras hacer frente al panorama mundial. Nuestro principal mercado es Estados Unidos, la mayor comunidad de hondureños en el exterior se encuentra allá, también en Europa, ni qué decir de las remesas que sostienen la economía del país. Además, Honduras depende de la cooperación internacional al desarrollo para encontrar soluciones a problemas estructurales en los que, si no contáramos con ella, podríamos estar en una situación aún peor.

Se requiere mucha prudencia, también mucha prospectiva para maniobrar desde la política exterior, a fin de reducir la afectación de un mundo que se reconfigura.

Es indispensable buscar estrategias que, en condiciones adversas, nos ayuden a salir adelante.

El futuro inmediato que se avecina puede no ser el mejor, se requiere redoblar esfuerzos desde distintas perspectivas, especialmente desde la política exterior. Esperamos que así sea, por quienes estamos aquí y por la diáspora hondureña en el mundo.