16/04/2024
09:28 PM

77 años después

  • 10 agosto 2022 /

El 6 de agosto de 1945, Hiroshima, al oeste de Japón, sufrió el impacto de la primera bomba atómica, bautizada “Little Boy”, lanzada por el bombardero B-29 Enola Gay de las Fuerzas Aéreas estadounidenses.

El ataque arrancó la vida a unas 80,000 personas, la gran mayoría civiles, el número de víctimas mortales se elevó a 140,000 por las heridas y enfermedades derivadas, y en los años posteriores sumaron más del doble.

Como todos los años, la ciudad realizó una ceremonia en memoria de las víctimas en el Parque de la Paz.

Participaron supervivientes, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres; el primer ministro de Japón, Fumio Kishida; el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, y 3,000 personas más.

Después del minuto de silencio observado a la hora exacta del bombardeo, 8:15 am, el secretario Guterres advirtió que la humanidad “juega con un arma cargada” debido a las más de 13,000 armas nucleares existentes y a los conflictos actuales.

El primer ministro Kishida lamentó: “El impulso para un desarme nuclear está sufriendo, por lo que Japón trabajará con decisión por un mundo sin armas nucleares. No importa lo difícil que sea”.

El alcalde Matsui llamó a Japón a servir de “puente” entre los países poseedores y los no poseedores de armas atómicas para erradicar del planeta esos artefactos “que amenazan la supervivencia de la raza humana”.

El 9 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó una segunda bomba atómica sobre Nagasaki.

Uno de los supervivientes de la explosión, Takashi Miata, aludió a la invasión de Rusia a Ucrania: “El ulular de las sirenas antiaéreas en Ucrania me recordó el miedo que sentí cuando nos tiraron la bomba atómica”.

Hiroshima, Nagasaki y toda la humanidad recuerdan ese miedo 77 años después.