Hay muchos motivos por los que sentimos tensión. En algunos de nosotros es temporal, causada por una causal transitoria; en otras personas, la tensión es un estado emocional permanente. Pero, en cualquier caso, la tensión hace estragos en todos los individuos llegando a desarrollarse de diferentes maneras y con consecuencias distintas, a veces hasta trágicas, como podría suceder en los momentos actuales por el covid-19.
Muchos de nosotros deseamos relajarnos para quitarnos la tensión, pero no lo conseguimos. Hemos encontrado en un escrito unas indicaciones que podemos practicar para que nos ayuden a relajarnos: no se permita largos períodos con síntomas de tensión excesiva. Dolores en la nuca o molestias en algún punto de la columna vertebral y trastornos del sueño suelen ser los más habituales. Atájelos cuanto antes y visite a un especialista.
Si su trabajo lo permite, incorpore unos minutos de descanso cada dos horas. Si su preocupación es mental, salga del lugar adonde está y reciba aire fresco. Relaje hombros, cuello y nuca con sencillos giros a uno y otro lado, de pie o sentado con la espalda recta. En momentos tensos respire profunda y lentamente. La respiración es básica. Un buen descanso es liberar cuatro o cinco minutos para respirar bien. A lo largo del día haga una pausa de unos diez o quince minutos. Comience con la respiración profunda y luego haga ejercicios sencillos de relajación muscular.
Si usted es una persona poco constante, busque compañía para hacer ejercicios de relajación.
Estas pequeñas indicaciones o pautas le producirán numerosos beneficios: reducen las tensiones y el cansancio, incrementan el descanso y previenen problemas físicos a medio y largo plazo.
No dejemos que la tensión nos quite la alegría de la vida...