24/04/2024
04:46 PM

La vida pregunta

“¿Aprecias la belleza de las estrellas o del jardín que te rodea?”.

Jibsam Melgares

Es normal que el ser humano atiborre a la vida de preguntas, especialmente cuando experimenta tiempos difíciles: “¿Por qué a mí? ¿Hasta cuándo? ¿Qué estoy pagando?”, etc. Sin embargo, como bien dijo el psiquiatra Viktor Frankl, quizás lo más sabio sería dejar que sea la vida la que nos haga las preguntas a nosotros y no nosotros a ella.

Por ejemplo, cuando vivimos tan enfocados en las actividades de nuestra rutina diaria, la existencia pregunta: “¿Aprecias la belleza de las estrellas o del jardín que te rodea?”. Cuando a nuestra vida llega alguien que sufre, ella nos pregunta: “¿Eres capaz de ponerte en sus zapatos?”. Otras veces, la vida pregunta simplemente: “¿No te permites alguna vez ser feliz con lo que tienes?”.

La capacidad o la lucidez de dejarnos interrogar nos permitirá sacarle provecho, incluso, a las situaciones más adversas. El pastor Warren Wiersbe cuenta acerca de una secretaria de su iglesia que estaba pasando por varias pruebas. Su marido había perdido la vista y ella había tenido un leve accidente cerebrovascular. Luego su marido se enfermó y tuvo que ser internado. En el hospital, casi todos pensaban que él no se iba a recuperar. Wiersbe relata: “La vi en la iglesia un domingo y le dije que estaba orando por ella”.

A lo que ella respondió: “¿Y qué es lo que está pidiéndole a Dios?”. El pastor Wiersbe le contestó, “Bueno, le estoy pidiendo a Dios que la fortalezca y que la ayude”. Ella le respondió: “Le agradezco por eso, pero quiero que ore pidiendo una cosa más. Ore para que yo tenga la sabiduría para no desaprovechar todo este sufrimiento”.

Esta mujer entendía muy bien que cada evento, cada circunstancia le hablan a nuestra existencia y le dicen cosas que es necesario descifrar para poder tener una mejor perspectiva de la realidad. Y en esta pandemia, ¿qué preguntas le está haciendo la vida? ¿En qué debe enfocar su mirada? ¿Cuáles áreas deben ser evaluadas? No cierre sus oídos a estos valiosos interrogantes.