19/04/2024
12:32 AM

¿Outsider?

Cándido Alvarado

He observado que las certificaciones de nacimiento extendidas por el Registro Nacional de las Personas (RNP) llevan impresa la totalidad de la información del asentado en letras mayúsculas, algo que no tiene absolutamente nada de malo; sin embargo, quienes manejan los equipos técnicos, acaso sea por ignorancia al no saber que las mayúsculas se tildan o quizá por pereza, jamás manejan los acentos gráficos en las mayúsculas, y esto complica las cosas al momento de pronunciar sustantivos propios, como GERMAN que para la mayoría de hablantes se pronuncia con acentuación grave: Gèrman; pero otros lo pronuncian agudo: Germán. Lo mismo ocurre con los apellidos, por ejemplo ARAUJO que se da en dos acentuaciones: Araujo y Araújo.

Lo correcto es que el RNP imprima la información personal de las partidas de nacimiento siguiendo las reglas de acentuación y así se evitan malentendidos fonéticos: ÁNGEL JOSUÉ RAMOS ALVARADO y no ANGEL JOSUE RAMOS ALVARADO. Siempre noto que los comunicadores sociales encargados de la nota deportiva (diría futbolera) hesitan con eso de media punta y mediapunta; aunque no hay nada en concreto con estas grafías, lo adecuado es aplicar mediapunta para el jugador: “El mediapunta Anthony Choco Lozano ha tenido éxitos en el Cádiz”, y usar media punta para la demarcación: “El argentino Gonzalo Klusener haría un buen trabajo en la media punta con Motagua”.

Pero no es válida la forma mediocampo, pues medio campo es la parte media de la cancha, adonde se ubica el mediocampista, ese futbolista defensivo u ofensivo que juega en el centro del campo. Nos agrada la caricia oral, la caricia lingüística, cuando nos da temor la objetividad de una palabra; veamos: “Un problema familiar pudo haber golpeado la imagen del outsider candidato a la presidencia de Honduras”. Outsider, en este caso, significa “competidor desconocido con muy pocas posibilidades de éxito”, y para evitar este anglicismo (que muchas personas desconocen su significado) lo adecuado habría sido “Un problema familiar pudo haber golpeado la imagen del desconocido candidato a la presidencia de Honduras”.