19/04/2024
07:12 AM

Medicina online

Francisco Gómez Villela

Las primeras civilizaciones humanas basaron la práctica de la medicina en una mezcla de empirismo, magia y religiosidad.

Imhotep, que significa 'El que viene en paz”, vivió en el antiguo Egipto entre el 2690 y 2610 a.C., se le conoce como el primer médico en la historia y llegó a ser venerado como el dios de la medicina por generaciones posteriores de egipcios. 2000 años después, Hipócrates sostuvo que la enfermedad tenía una explicación racional y no producto de mitología o maleficios. Se le reconoce como el padre de la medicina.

Esta ha sido la profesión caritativa por excelencia. Humanos curando humanos. Hechiceros, chamanes, sacerdotes, espiritistas, adivinos. La imposición de las manos como el más primitivo instinto sanador, y el interrogatorio y examen físico como la base de la práctica médica actual.

Pero eso es historia. La tecnología médica ha colocado a médicos y pacientes separados por aparatos, y las redes sociales han hecho la distancia más grande aún. Ahora las consultas se hacen a través de un teclado, y pueden hacerse a miles de kilómetros de distancia.

En la época de la revolución tecnológica la medicina ofrece avances como nunca antes. Cirugía robótica, aparatos de diagnóstico con interpretación inteligente, y la telemedicina que entrelaza consultas entre médicos, inclusive cirugías a distancia y en tiempo real, desde cualquier parte del mundo.

La última tendencia en algunos países son consultas médicas a través de Whatsapp y son cubiertas por sus seguros médicos. En nuestro país esta última forma de comunicación se ha vuelto un medio común para consultar a los médicos.

Se puede comprender que la facilidad que da el Whatsapp en el sentido que ahorra tiempo, distancias y dinero es el gran incentivo para utilizarlo como medio de consulta, pero esa no es la manera correcta de hacer medicina.

Y utilizarlo con este fin puede llevar a errores porque nada puede sustituir la valoración física presencial realizada por un medico. Años de estudio y experiencia clínica no tienen sustitutos tecnológicos.

Guste o no, la medicina está cambiando en sus formas y métodos. Las redes sociales y la internet están moldeando su futuro. La población parece aceptarlo y se arriesga en aras de la comodidad.

Estos son los nuevos tiempos.