De otra forma no se entienden ciertas ideas como las del presunto autor de la masacre de El Paso (Texas), Patrick Crusius, sobre la “invasión hispana de Texas” y su objetivo de matar mexicanos, según confesó a la Policía. La confesión de Crusius ha provocado estupefacción en México por la magnitud del resentimiento hacia lo hispano después de sufrir desde hace tres años la retórica incendiaria y humillante del presidente Donald Trump contra los mexicanos.
Desde la llegada de los ingleses a la costa este de Estados Unidos (principios del siglo XVII) ya tenían un fuerte resentimiento hacia España y el catolicismo. La antipatía inicial hacia el catolicismo de los puritanos ingleses fue posteriormente tomando forma y con la independencia de Estados Unidos de la corona inglesa en 1776 se diseñó desde Washington un plan estratégico de expansión y ocupación del resto del continente. El expansionismo de Estados Unidos se extiende por un lado hacia el sur y por otro hacia el oeste al ocupar California y también extenderse hacia el Pacífico, como lo explica su posterior ocupación de las islas de Hawái.
Lo que ha hecho Donald Trump desde su exitosa campaña electoral de 2016 es explotar un sentimiento natural ya enraizado en muchos estadounidenses que claramente detestan lo que representa México y el mundo hispano. Entre los insultos de Trump y la masacre provocada por Patrick Crusius en El Paso, los mexicanos sufren en Estados Unidos un mayor clima de hostilidad, por ello el Gobierno mexicano está reforzando los equipos de seguridad de sus representaciones consulares. EFE