25/04/2024
02:29 AM

Solo piensan en lo malo

La destrucción vino porque, resumiéndolo todo en pocas palabras, solo pensaban en lo malo.

Salomón Melgares Jr.

Entonces Dios le dijo a Abraham: “Ya son muchas las quejas que hay en contra de Sodoma y Gomorra. Ya es mucho lo que han pecado” (Génesis 18:20 TLA). ¿Quiere que sea honesto con usted, querido lector? Este versículo me recuerda a Honduras, mi pueblo querido.
Me parece que en vez de Sodoma, de quien Dios habla es del corazón de Centroamérica: “Ya son muchas las quejas que hay en contra de Honduras y sus ciudades (en especial, San Pedro Sula). Ya es mucho lo que han pecado”. Una mirada precisamente al pecado de las ciudades de Sodoma y Gomorra nos puede dar una idea de por qué me atrevo a hacer tal comparación.

En el libro bíblico de Ezequiel encontramos un interesante versículo que dice: “Los pecados de Sodoma eran el orgullo, la glotonería y la pereza, mientras que afuera sufrían los pobres y los necesitados. Ella fue arrogante y cometió pecados detestables, por eso la destruí, como has visto” (16:49-50 NTV). No se piense, pues, que la destrucción vino exclusivamente por tener prácticas sexuales incorrectas (cfr. Génesis 19:4-8, especialmente la versión TLA), como generalmente se dice, no.

La destrucción vino porque, resumiéndolo todo en pocas palabras, solo pensaban en lo malo. La humildad, la caridad y la diligencia es lo bueno. Compartir con los pobres y necesitados y tratar de revertir ese contexto es lo importante, lo que debería ser una prioridad.
Desarrollar la sexualidad como Dios manda es lo que debería practicarse, pensar en los demás lo que debería brotar del interior; pero eso era lo que no hacían. Y no solo no lo hacían: ¡lo habían hecho a un lado! Suprimido completamente de sus convicciones y su cultura.
De ahí que se pueda decir que lo que los definía como humanos era lo inhumano. ¿Se está notando el parecido? Lo peor es esto: esa actitud lo que acarrea es destrucción, sea que se crea en el pecado o no.