17/04/2024
01:05 AM

¡Un líder nunca muere!

Es manifiesto que el hecho de ser líder tiene implicaciones y responsabilidades, la excelente coordinación, planificación y ejecución para lograr los objetivos y alcanzar las metas y desarrollar la visión.

Alejandro Espinoza

“La tarea del líder es llevar a la gente desde donde están hasta donde no han estado”, Henry Kissinger.

El liderazgo es la personalidad y disposición de ayudar a los demás quien garantiza ese liderazgo eficaz; las decisiones de un líder no siempre van de acuerdo con el pensamiento mayoritario, por lo que deberá enfrentar la crítica, persecución, pero es la habilidad del líder en lograr un acercamiento para sumar y multiplicar tomando la adversidad como una oportunidad para avanzar.

Es manifiesto que el hecho de ser líder tiene implicaciones y responsabilidades, la excelente coordinación, planificación y ejecución para lograr los objetivos y alcanzar las metas y desarrollar la visión. “La mente humana no es capaz de concebir la cuarta dimensión, así que, ¿cómo puede concebir a Dios? Para quien mil años y mil dimensiones son solo una”. Albert Einstein. La verdad es que todos somos ignorantes en alguna área de la vida, pero la diferencia es que no todos ignoramos las mismas cosas.

Un líder nunca muere, tenemos la memoria de líderes que marcaron el destino de la historia como Nelson Mandela, George Washington, Mahatma Gandhi, Alejandro el Grande, Margaret Thatcher, Martin Luther King, todos ellos la historia los conoce y reconoce, pero hay uno en particular que hizo la historia y marcó la diferencia, ya que su vida estableció un antes y después no solo desde el punto de vista histórico, social, cultural y espiritual, sino a nivel eterno; este líder al igual que todos murieron, pero lo que hace diferente de otros es que está vivo y es el Señor “Jesucristo” Rey de Reyes y Señor de Señores; Él vino a la tierra, llamó a sus discípulos uno por uno, transformó sus corazones, mentalidad y estilo de vida por medio de una relación personal con Él, nunca les hizo falsas promesas, no forzó a creer, demostró su gracia, justicia, poder y misericordia de Dios.