25/04/2024
08:22 AM

¡Adicción!

La falta de sentido en la vida es otra consecuencia, les hace pensar sentir y actuar como si la vida no vale nada.

Alejandro Espinoza

“La adicción no es más que un sustituto muy degradado de una verdadera experiencia de gozo”: Deepak Chopra.

Toda adicción es considerada una enfermedad crónica, pues existe la dependencia a una sustancia, actividad o conducta que le da alivio, placer, y si este sale de la rutina se genera el síndrome de abstinencia. Cada individuo tiene razones muy particulares de adicción, y sus efectos y causas son muy variados, pero las consecuencias pueden ser muy similares, como ser la baja autoestima, resultado de angustias y frustraciones continuas, el escapar de desilusiones, por lo cual utiliza un disfraz protector, el cual genera una adicción, la cual les hace sentir que no merecen lo mejor, sino lo peor. Están conformes con sobrevivir y no vivir esperando lo mejor, también les creará problemas en el área laboral, con dificultades en diferentes áreas de su vida.

La falta de sentido en la vida es otra consecuencia, les hace pensar sentir y actuar como si la vida no vale nada, no existe la motivación para estudiar, sostener un trabajo y progresar en la vida. Si existe la ingesta de sustancias no hay conciencia, es hasta que tienen secuelas de la adicción que toman conciencia; pero a ese nivel hay enfermedades en el hígado, úlceras, deterioro del sistema nervioso, problemas circulatorios, cardiopatías.

“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”: 1 Tesalonicenses 5:23 RVR60. Dios siempre quiere una vida en crecimiento, desarrollo y valor, por ello es fundamental reconocer la vida plena en Dios. “De modo que ustedes también están completos mediante la unión con Cristo, quien es la cabeza de todo gobernante y toda autoridad”: Colosenses 2:10. El Espíritu Santo es fuente de todo poder y le libra de toda adicción. “Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes para que sigan mis decretos y se aseguren de obedecer mis ordenanzas”: Ezequiel 36:26.