Hay cualquier cantidad de denuncias retardadas que, aun siendo ciertas, se vuelven dudosas o malintencionadas por la demora de la afectada por violación o acoso sexual de cualquier tipo. Estos casos lamentablemente abundan en cualquier sociedad, y es justo que sean condenados estos abominables hechos y a sus hechores les apliquen todo el peso de la ley.
Pero hay casos tan impresionantes, como el de una hijastra que denuncia a su padrastro por haber sido violada durante cualquier cantidad de años y como producto nacieron varios hijos, hechos penosos y vergonzosos que quizá se callan por amenazas e ignorancia.
No obstante, casos como el del expresidente estadounidense Bill Clinton, que fue afectado años después por la denuncia de violación de Mónica Lewiski, tuvo doble sentido, por callar tanto tiempo, y no fue por amenazas, peor ignorancia. El mediático señalamiento al expresidente costarricense Óscar Arias Sánchez por violación sexual en contra de Alexandra Arce hace más de cuatro años viene a sumar otro extraño hecho por su demorada denuncia.
La supuesta afectada de profesión psiquiatra señala que fue violada durante reuniones frecuentes en la casa de Arias Sánchez para hablar del desarme nuclear en el año 2014. El acusado es un personaje centroamericano por haber ganado el Premio Nobel de la Paz en el año 1987 por negociar la paz en Centroamérica. Vale que en un país llamado Honduras no hay denuncias sobre mandatarios.